Operarios municipales retomaron en esta mañana las obras para culminar la instalación de las vallas de protección y cerramiento del Puente Zurita que se quieren utilizar como medida disuasoria para evitar suicidios. Los trabajos comenzaron en febrero y coincidiendo con el parón de la actuación se registró un intento de suicidio el miércoles de la semana pasada y se consumó otro cuarenta y ocho horas después.

Los residentes, que este viernes recibirá la visita del concejal de Distrito Salud-La Salle Carlos Tarife, exigen el cierre de los laterales del Puente Zurita, después de que el tramo más cercado a la parte alta de la avenida Islas Canarias, en la parte alta a la derecha, se haya dejado sin mamparas de seguridad.

Los operarios municipales procedían en la mañana de este jueves a trabajar en los remates en la confluencia de Islas Canarias con Pérez Cáceres y también en la esquina que se localiza frente al Bingo.

Sin embargo, los vecinos muestra su indignación y preocupación porque se deje expedita la calle Obispo Pérez Cáceres, en la zona más próxima a los antiguos Repuestos Uruguay, «que parece ser más una invitación a dónde ir que una política real para dar respuesta a la situación que se vive en la zona», añaden los vecinos. «Si es por dinero, hay otras medidas para aplicar que no sean tan costosas como la instalación de las vallas; en otros lugares de Europa se colocan redes que también son medios alternativos para evitar que se consumen los suicidios. Pero aquí nadie ha venido a plantear en qué consiste la obra que ejecuta el ayuntamiento; recuerdo cuando querían poner luz y embellecer el puente en vez de velar por su seguridad».