Santa Cruz de Tenerife contará con su primer Plan de Acción para el Clima y la Energía Sostenible (PACES) antes de acabar al año. Así lo indica el Ayuntamiento, que explica que este documento incluirá medidas para reducir las emisiones contaminantes en la ciudad y para preparar al municipio frente a los impactos más graves del cambio climático, como el aumento de temperaturas, precipitaciones fuertes, inundaciones, tormentas, riesgos biológicos, y aumento de la frecuencia y duración de los episodios de calima.
Entre las acciones previstas se encuentran la creación de un «cinturón verde» en la ciudad; la puesta en marcha de un plan de sombras, «para maximizar la superficie sombreada en las principales áreas de tránsito de peatones»; la creación de una red de parques urbanos sostenibles; la creación de espacios sin coches y, por lo tanto, «de zonas libres de contaminación»; y la aprobación de ordenanzas ecológicas y de adaptación al cambio climático.
Asimismo, están previstas medidas para reforzar las infraestructuras de evacuación de aguas pluviales;«reverdecer» los espacios públicos (balcones, terrazas, patios y calles);reforzar la red de huertos urbanos y escolares; y fomentar el compostaje doméstico y comunitario. El plan también incluirá la puesta en marcha de un plan de mejora de la envolvente de los edificios municipales, con pantallas verdes y cubiertas vegetales; la aplicación de técnicas de arquitectura bioclimática en la construcción y rehabilitación de edificios; la implantación de sistemas de gestión de la huella hídrica, promoviendo el ahorro y la reutilización del agua, y la puesta en marcha de un sistema de prevención de residuos.
El alcalde, el nacionalista José Manuel Bermúdez, afirma que el Ayuntamiento chicharrero ha sido pionero en Canarias en la apuesta por la sostenibilidad, «habiéndose adherido al Pacto de las Alcaldías para el Clima y la Energía el 15 de abril de 2013, por acuerdo plenario». Recuerda que el Consistorio de Santa Cruz renovó dicha adhesión en 2021, comprometiéndose a alcanzar el objetivo de reducir sus emisiones en 2030 al 55% con respecto a 2008, a través, precisamente, de un Plan de Acción para el Clima. La previsión es que este documento sea aprobado por el pleno antes de final de año.
«Santa Cruz de Tenerife adquirió un compromiso de lucha contra el cambio climático, cuyos pasos se están dando en diferentes ámbitos. La aprobación definitiva del Plan de Acción para el Clima y la Energía Sostenible, fruto del trabajo de todos estos años, va a sentar las bases de las políticas municipales en este ámbito, fundamentales para impulsar desde lo público una transformación que es necesaria», manifiesta a ELDÍA el regidor.
José Manuel Bermúdez resalta que el personal técnico del Ayuntamiento de Santa Cruz es clave en este proyecto, «no sólo para fijar las bases de todo el trabajo y para ejecutar las políticas públicas, sino también para generar las condiciones en las que el resto de agentes sociales y económicos se van a sumar a esta transformación que ya está en marcha».
El concejal de Servicios Públicos y Medio Ambiente, Carlos Tarife, del PP, destaca la importancia del nuevo plan, «con el que cumpliremos los objetivos establecidos por Europa en esta materia».
Aprovecha para señalar que el Ayuntamiento de Santa Cruz ya ha puesto en marcha numerosas acciones, a las que se sumarán las que se incluyan en el PACES. En este sentido, informa de que, según los últimos datos, que corresponden al año 2020, y en comparación con los de 2008, las emisiones debidas exclusivamente al Consistorio (dependencias e instalaciones municipales, alumbrado público y flota de vehículos) se han reducido en un 60%.
«Esta tendencia favorable se podrá ver reforzada mediante las acciones programadas en el Plan de Acción para el Clima y la Energía Sostenible, especialmente mediante el autoconsumo renovable y la electrificación de vehículos», asevera el concejal. Tarife añade que el escenario para el año 2030 permite aumentar el compromiso del Ayuntamiento de Santa Cruz para alcanzar ese mismo año la neutralidad carbónica, lo que significará que las emisiones se reducirán entre un 80 y un 90%.
