Ni mantas en el sillón, ni calefacción, ni abrigos. En Santa Cruz de Tenerife, ayer domingo, un día después de celebrar la Navidad, y debido a las buenas temperaturas, numerosos ciudadanos optaron por ponerse el bañador y pasar el día en la playa.
Los más atrevidos disfrutaron, incluso, de un chapuzón en el agua. Otros se conformaron solo con pasear o tumbarse en la arena a tomar el sol. Y tantos fueron los que decidieron acabar este fin de semana navideño en las playas de la capital chicharrera, que el Cecopal (Centro de Coordinación Operativa Municipal) del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife tuvo que proceder al cierre de Las Teresitas y de Las Gaviotas durante varias horas.
En concreto, debido a la afluencia de personas y a la elevada ocupación de las zonas de estacionamiento en Las Teresitas y en Las Gaviotas, el Cecopal cerró al mediodía el acceso a vehículos en ambas playas. Ya por la tarde, y una vez que dichas zonas de baño se fueron desocupando, el Cecopal volvió a abrir el acceso a los coches. Desde el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife se indica que las zonas de estacionamiento en las playas chicharreras vuelven a controlarse porque la Isla se encuentra en nivel 3 de alerta por coronavirus Covid 19 y también para evitar problemas en el tráfico cuando se produce una masiva visita a las playas.
Ni la apertura ayer domingo de los comercios, para ultimar las compras navideñas, pudo competir con las ganas de numerosos ciudadanos de volver a disfrutar de un día de sol y playa, aunque sea en invierno. Y no solo ocurrió en Santa Cruz de Tenerife sino también en otros municipios de la Isla, como Candelaria, Arona, Adeje y Granadilla.
Las temperaturas, sobre todo al mediodía, superaron los 23 grados en Santa Cruz de Tenerife y en otros puntos de la Isla, lo que fue suficiente para sustituir el suéter y las botas por la toalla y el bañador.
