A las ocho de la tarde de este viernes pasaba el primer coche sobre la pasarela militar habilitada por los 25 efectivos de la Brigada Canaria XVI del Batallón de Zapadores XVI que, al mando del capitán Molero, instalaron su pasarela Bailey para sortear la brecha de doce metros que separa los márgenes del barranco de El Cercado, después de que Anaga se quedara incomunicada el pasado viernes por Santa Cruz, tras cerrarse a todo el tráfico rodado el puente construido en 1935.
Aunque los militares finalizaron el montaje de su plataforma el mediodía del pasado jueves, hubo que esperar a que el área de Infraestructuras y Seguridad Vial de Santa Cruz acometiera el asfaltado de la explanada habilitada para facilitar el giro a los vehículos, así como el montaje de los semáforos provisionales, junto a la instalación de la señalética.
Los conductores ya pueden acceder a Anaga por San Andrés. Eso sí, con limitaciones: el tránsito está regulado por semáforos que alternan el paso según el sentido, no podrá ocupar la plataforma más de un vehículo a la vez; el peso máximo autorizado está limitado a las diez toneladas y no podrán superar los 20 km/h de velocidad. También se contempla un proyecto urgente para instalar iluminación y encomendar la vigilancia y control las 24 horas. Los peatones y ciclistas deberá cruzar por el antiguo puente, que está cerrado al tráfico mientras dure la obra de emergencia, al menos un mes.
Por la mañana, el jefe de la Zona Militar de Canarias y el alcalde de Santa Cruz rubricaron en el Palacio de Capitanía el acuerdo por el cual el Ministerio de Defensa cede su pasarela Bailey durante tres meses.
