El viejo puente de Santa Cruz, construido en el año 1935, goza de protección integral en el Plan General de Ordenación de la capital tinerfeña que se elaboró en 2007; es más, mientras el PGO que se redactó en 1992 preveía una intervención para suprimirlo, en la revisión del planeamiento posterior se le dio protección, hasta el punto de que solo se podrá demoler si no se puede reparar, como el explicó en la tarde de ayer el propio concejal de Infraestructuras, el nacionalista Dámaso Arteaga.

La mejora del puente, en aras de garantizar su continuidad y respetar la fisionomía del pueblo de marineros desde 1935, pasaría incluso por habilitarlo como pasarela peatonal o también permitir el paso de vehículos de manera restringida. Dámaso Arteaga considera que el viejo puente daría servicio a San Andrés siempre y cuando se vincule con una vía de circunvalación que aminore el tráfico por su superficie.

La solución a la circulación rodada en San Andrés ya se contempla en el Plan de General de 2007, que respeta el puente de 1935 y contempla dos pasarelas de nueva creación, una donde los militares acabaron de instalar en el mediodía de ayer su pasarela provisional Bailey, y otra más en la llamada zona de la ferretería, sea, en la parte alta de donde se localizan las viviendas sociales de San Andrés.

Tantos estas dos fórmulas –contempladas en el PGO de 2007 sobre el barranco de El Cercado a la altura del centro cultural del pueblo– como el puente que se construyó y permanece en estructura y sin acceso rodado en el Valle de las Huertas están afectados por el contencioso que está pendiente de resolución judicial en el Tribunal Supremo, después de que Desursic, filial inmobiliaria de Mapfre, iniciara un conflicto judicial contra el Ayuntamiento de Santa Cruz porque le otorgó una licencia para ejecutar unas edificaciones y no pudiera llevarla a cabo por estar judicializada la zona, dentro del caso de Las Teresitas.

Dado que el caso se encuentra en la recta final de su judicialización, las autoridades municipales calculan que coincidiría en el tiempo el trámite por vía de emergencia de un nuevo puente con la decisión del Tribunal Supremo, que se calcula que pudiera emitirse en el plazo de un año.

El procedimiento para poder intervenir en el Valle de Las Huertas en la actualidad pasaría por iniciarse inmediatamente el expediente de incumplimiento de obligaciones urbanísticas para que se concluyan las obras del Valle de las Huertas y El Cercado –lo que popularmente se denomina expediente de infracción urbanística–, y con ello se podría acometer la finalización de los viarios y accesos que están previstos en el Plan General de Ordenación.

Con ello, se podrían hacer el Puente a la altura del Centro Médico de San Andrés y el viario que va por el Valle de Las Huertas y conectarse con la carretera de Taganana después de la Farola, según los datos que se baraja desde hace tres años en la Gerencia Municipal de Urbanismo.

Mientras, la Brigada Canaria XVI del Batallón de Zapadores XVI finalizó en el mediodía de ayer la instalación de la pasarela provisional Bailey, en la tercera vez que se monta sobre el barranco de El Cercado, esta vez bajo el mando del capitán Molero. Hoy está previsto que se proceda al asfaltado de la zona habilitada en el margen más próximo a Montaña Morera, para que los vehículos grandes puedan girar, y esta tarde podría entrar en servicio.