El concejal de Patrimonio, que antes fue edil del distrito de Ofra, reconoció la lucha durante más de una década hasta hacer posible las nuevas instalaciones, que permitirán a la asociación Sombrita dejar los sótanos donde se llegaron a reunir y disfrutar de una sede de referencia.

«Qué pena que no estás, pero sé que lo estás viendo. Ya lo inauguraron, Rosendo». Es parte del poema que pronunció en la tarde de ayer José de Vera Alonso, amigo personal de quien fuera alma máter del movimiento vecinal e impulsor del centro ciudadano inaugurado ayer en el barrio de Nuevo Obrero, en Ofra, después de más de una década de gestiones desde que fue proyectado hasta su finalización. Ahora, toca ponerlo en marcha, emplazó el alcalde, José Manuel Bermúdez, al presidente de la Asociación Vecinal Juan Albornoz Sombrita, Vicente Pérez.

El concejal de Patrimonio Municipal e Infraestructuras, Dámaso Arteaga, quien en el pasado también fuera responsable del distrito de Ofra, fue el encargado de la firma de la entrega de las llaves del local que ocupará el colectivo vecinal, en unas instalaciones pioneras de un nuevo concepto de participación ciudadana en Santa Cruz, que se extenderá a otros distritos; el más inmediato, Barranco Grande, en el Suroeste.

Así, en el complejo tendrá cabida el colectivo vecinal, con oficina propia, mientras que compartirá el resto de las dependencias con el distrito, que se encargará de promover actividades en el salón de actos, así como de la puesta en marcha de una pequeña biblioteca.

A Dámaso Arteaga, como pocas veces, se le vio entregado a la causa, hasta emocionado y con tono mitinero en el discurso a la hora de elogiar «la constancia, el tesón y la perseverancia de Vicente Pérez», para que sea realidad y que convertirá a este primer centro cívico de Santa Cruz «en el epicentro de la actividad participativa de la zona», no en balde ha supuesto una inversión de 650.000 euros, con un diseño «caprichoso», reconoció el edil.

El presidente de la asociación, Vicente Pérez, comenzó agradeciendo que este centro cívico sea una realidad y que el alcalde accediera a darle el nombre de Rosendo Alonso, su artífice y promotor, «buen vecino, honrado y querido», que se dedicó a trabajar por el barrio y a ayudar a los más desvalidos, quien antes de su fallecimiento hasta trazó la hoja de ruta para este colectivo: la puesta en marcha de un grupo folclórico, impartir clases de recuperación para los escolares, presentar una reina infantil y dinamizar la vida en el barrio.

Vicente Pérez se refirió a la etapa del alcalde Manuel Hermoso para recordar cuando se asfaltaron las calles del barrio, una referencia para, de forma sutil, solicitar también la urbanización de la «mal llamada calle de Las Flores» –como dijo en su discurso–, que espera un cambio en el Plan General para que los propietarios puedan ceder parte de su suelo y que el Ayuntamiento ejecute la obra; de lo contrario, tendrían que realizar un desembolso los dueños, según recordó Arteaga al término del acto.

Cerró la entrega del local el alcalde, José Manuel Bermúdez, satisfecho por la consecución del proyecto, después de recordar la presentación de la propuesta técnica en 2017, bajo una carpa en Barrio Nuevo, en un día ventoso –rememoró–, para adjudicar la obra en 2018, después de que se habilitaran las partidas presupuestarias correspondientes. Y todo, insistió, gracias a la constancia de Vicente Pérez y de Rosendo Alonso, «parte fundamental para recorrer el camino hasta hoy».

Después de agradecer la colaboración y el apoyo de los técnicos municipales, así como de Carlos Tarife, desde Urbanismo –como señaló Dámaso Arteaga–, emplazó a los vecinos y al distrito a dar uso a las instalaciones precisamente en el marco del nuevo concepto de participación ciudadana que se impulsará desde Nuevo Obrero.

El acto finalizó con la bendición de las instalaciones y la visita, al ritmo de la actuación de un quinteto de la Banda Municipal de Música, tras un minuto de silencio por los fallecidos y mientras los vecinos se organizaron en grupos de 18 para conocer las flamantes instalaciones.