“Estamos contigo, no te rindas”. Este es uno de los mensajes de ánimo que cuelgan en las rejas de La Guiri, el local de la santacrucera calle El Clavel que fue precintado el pasado 15 de febrero por la Gerencia de Urbanismo. Hay casi una decena de folios en los que ciudadanos anónimos muestran su apoyo.

Casi una decena de folios con mensajes de ánimo cuelgan de las rejas del local La Guiri, situado en la céntrica calle El Clavel, en Santa Cruz de Tenerife. Estos han ido apareciendo a raíz de que el pasado 15 de febrero la Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento de la capital procediera al precinto provisional del establecimiento.

La Guiri fue uno de los locales de dicha vía junto a los que el viernes 12 de febrero, día en el que se hubiese celebrado la Cabalgata del Carnaval chicharrero, se concentraron numerosas personas disfrazadas cantando y bailando, algunas sin mascarilla y sin respetar las distancias, tal y como se mostraba en un vídeo que circulaba por las redes sociales.

Solo unos días después, la Gerencia de Urbanismo dictaba una resolución ordenando el precinto del negocio. En la misma se explicaba que se había tomado tal decisión porque La Guiri acumulaba varias actas de infracción por el desarrollo de actividad musical “sin permiso” y por incumplimiento del horario de cierre. El expediente se había iniciado en el año 2018, a raíz de una inspección del Servicio de Control y Gestión Medioambiental y del Territorio.

La Gerencia Municipal de Urbanismo ha propuesto para este local una sanción de 20.000 euros y la clausura del mismo durante un plazo de tres meses. El Ayuntamiento chicharrero lo advirtió, que sería implacable ante los incumplimientos, tanto en relación a las restricciones por la pandemia del Covid 19 como con respecto a las ordenanzas municipales.

En estos días han ido apareciendo en las rejas de La Guiri diferentes mensajes de apoyo, dirigidos a la propietaria del establecimiento. “Estamos contigo, no te rindas”. “No estás sola”. “Más ayuda a la hostelería”. “En la unión está la fuerza; no es fácil, pero tampoco imposible. ¿Un chupito?”.