En medio de la pandemia por la Covid-19 que estamos padeciendo, hemos de seguir conmemorando, aunque con cierta tristeza por estas circunstancias, nuestros acontecimientos históricos. El Dr. Francisco Glicerio Conde-Mora, en una interesante conferencia sobre la estancia en Cádiz de Miguel de Unamuno en el camino hacia su destierro en Fuerteventura, pronunciada telemáticamente en el Ateneo gaditano el mes de noviembre pasado, afirmó que “los historiadores tenemos que contar realmente la historia tal como es”. Partiendo de esta aseveración, pensamos que cada pueblo debe narrar la suya sin ánimo de polemizar, únicamente con la intención de evocarla para que no permanezca retenida en el baúl de los recuerdos y con la intención de rescatar del olvido a sus valedores. Sirva de paradigma el hecho que esta mañana nos ocupa. En este contexto, el arte juega un papel fundamental, ya que trae a la memoria a ilustres santacruceros, que nos quedan distantes en el tiempo, al reproducir su fisonomía a través de la escultura.

Se cumplen 18 años desde que, a iniciativa de la Tertulia Amigos del 25 de Julio y por acuerdo del Ayuntamiento de Santa Cruz de Santiago de Tenerife, se entresaca anualmente del calendario esta fecha del 27 de enero con el fin de tributar homenaje a un ilustre Hijo y Padre de Santa Cruz de Tenerife a un tiempo, pues hace ahora 199 años que esta urbe fue designada capital de todas las Islas Canarias, cuando ni siquiera poseía aún el título de ciudad, sino en los momentos en los que todavía era villa, gracias a las gestiones realizadas por el diputado a cortes José Murphy y Meade (Santa Cruz de Tenerife, 1774-México, 1841).

La cronología nos hace retroceder hasta el siglo XVIII, concretamente al lugar en el que nació nuestro ilustre toscalero, una casa de grandes dimensiones y de dos plantas, ahora inexistente, ubicada en la calle de San Francisco esquina a la de San Martín, cuya huerta trasera daba a la vía de San Juan Bautista y, avanzando hasta la presente centuria (XXI), en el edificio que se levantó en el solar que ocupaba la que fuera su vivienda encontramos el primero de los homenajes, de los dos que en este artículo contemplamos, ofrecido por la Corporación municipal hace 43 años, en 1978. Así pues, sobre una placa de mármol se observa un busto que representa al egregio político de perfil, realizado en bronce por las expertas manos del escultor Francisco Borges Salas (Santa Cruz de Tenerife, 1901-1994).

Sin lugar a dudas, el barrio de El Toscal ha sido cuna de prestigiosos santacruceros. Entre ellos, y por citar alguno, nos acordamos del que fuera preclaro músico Santiago Sabina Corona (Santa Cruz de Tenerife, 1892 – 1966), quien vio la luz por vez primera en una casa terrera en la confluencia de la calle de San Martín con la de La Rosa, casualmente a escasos metros del que fuera hogar de Murphy, aunque no fue posible que ambos próceres se conocieran, puesto que Murphy falleció 50 años antes de que viniese a este mundo Sabina.

En la recoleta plaza de San Francisco, flanqueado por los bustos de otros dos esclarecidos santacruceros –a la derecha, desde la óptica del observador, el periodista Patricio Estévanez Murphy (Santa Cruz de Tenerife, 1850 – La Laguna, 1926) y, a la izquierda, el sacerdote Santiago Beyro (Santa Cruz de Tenerife, 1859 -1926)– hallamos el segundo de los homenajes escultóricos en honor a la figura de José Murphy, una obra de cuerpo completo, de 3 metros de altura, del artista tinerfeño Roberto Barrera Martín (La Laguna, 1927 - Barcelona, 2019), quien se inspiró para su ejecución en bocetos del ya mencionado artista Borges Salas, fundiéndose en el lagunero Taller Bronzo y erigida en el año 2003 al cumplirse el bicentenario del nombramiento de Villa Exenta de nuestra población, obra sufragada también por la Corporación Municipal a instancias de la Tertulia Amigos del 25 de Julio.

En esta pieza, Barrera Martín supo captar el interior melancólico y pensativo de nuestro compatriota, al inclinar la cabeza e introducir sus manos en los bolsillos del gabán, pues, como es sabido, Murphy no solo dejó de existir lejos de su localidad natal, en México, sino, lo que es más lamentable, sumergido en la pobreza.

La historia ha demostrado en muchas ocasiones que la vida ha respondido con ingratitud a los desinteresados desvelos de distintos personajes, si bien, la Tertulia Amigos del 25 de Julio desea expresar su más efusivo agradecimiento a las Casas Consistoriales por su estrecha colaboración en la celebración de esta efemérides anualmente, que este año se realizará de una forma más restringida, sin público, sin discursos y cumpliendo estrictamente las normas sanitarias que nos ha impuesto esta complicada situación pandémica, mas, aprovechando la oportunidad que nos brinda este periódico, queremos manifestar públicamente a través de sus páginas que estaremos eternamente agradecidos a nuestro distinguido paisano José Murphy, por haber logrado que Santa Cruz de Santiago de Tenerife gozase de la capitalidad de toda Canarias durante más de un siglo (1822-1927), por lo que consideramos que cualquier reconocimiento será siempre insuficiente comparado con tanta grandeza conseguida para nuestra tierra.