Tardó más en pasar la Cabalgata de Reyes la tarde-noche del pasado día 5 de enero por el campo de Las Delicias y marcharse de largo que en rular un audio por whatsapp de una vecina que puso a caer de un burro al alcalde de la capital por la falta de delicadeza con los niños de San Pío X. Lo más bonito que le dijo en la grabación fue que esperaba que visitara el barrio en la próxima campaña electoral para pedirle el voto. Desde que comenzó el año 2021, el regidor municipal no había realizado sus semanales visitas de barrios. Cuando su equipo le preguntó a qué zona acudir, Bermúdez lo tuvo claro: San Pío X, ante la incredulidad, incluso, de sus incondicionales.

A las cinco de la tarde de ayer, el alcalde se incorporó a una visita que inicialmente iba a realizar el concejal de Viviendas Municipales, Juan José Martínez, para realizar un seguimiento a las actuaciones desarrollada para la mejora de las 108 viviendas de San Pío X, una urbanización que se levanta junto a la carretera general de El Rosario, junto al Hospital Universitario de La Candelaria, y que se construyó hace veinte años.

Junto a Bermúdez y Martínez, la concejala de Ofra-Costa Sur, Gladis de León. No hubo cinta para inaugurar la obra, valió la puerta de garaje que estrena motor, una de las mejoras realizadas junto a la instalación de televisión, la limpieza de la planta diáfana del edificio y las cristaleras, así como la reposición de los pasamanos de las escaleras de acceso, barandillas de protección en las zonas de rodadura, carpintería de aluminio en el local de la comunidad, puesta en funcionamiento de los porteros y mejora de falsos techos...

A mitad de camino, entre la puerta del garaje y el acceso al bloque seis, la presidenta de la comunidad de vecinos, Nuria Calduch, que en su regreso al frente del colectivo ha puesto en orden el complejo, haciendo posible que pase de barriada a urbanización. “Me encanta este Ayuntamiento; este es mi Ayuntamiento”, dijo la dirigente vecinal, ante la complicidad de María Eugenia Jerez, otra de las residentes de la zona, que dijo a viva voz: “Esto estaba dejado de la mano de Dios, ahora solo falta ordenar los aparcamientos, hay una plaza por vivienda y algunos vecinos dejan dentro del parking hasta tres”. “Aquí tenemos los que nos echan una manita”, insistió la dirigente vecinal de San Pío X, con un alcalde que parecía azorado, buscando fallos a la obra que se ha venido realizado desde la visita realizada por el equipo de Juan José Martínez desde el pasado mes de septiembre.

“¿Y este coche?”, preguntó el regidor municipal en referencia a un chasis verde que se supone que sirvió de carrocería a lo que en su día fue un vehículo. “Esto hay que retirarlo”, le conminó al concejal de Viviendas. “Aquí estamos algunos vecinos, porque otros están trabajando, pero... ¡Bermúdez, asómate, te quieren saludar desde las ventanas!”, le pidió Nuria.

El gerente de Viviendas Municipales y el arquitecto del proyecto de rehabilitación de San Pío X hicieron un repaso por las mejoras realizadas. “Comenzamos con la limpieza de la planta diáfana, en septiembre”. Y, a partir de ahí, llegaron las señales de televisión, la mejora de la cerrajería de la puerta del garaje, con un nuevo motor y hasta dos porteros, uno exterior y otro interior; a esto se suma el cerramiento del local comunitario.

Nuria Calduch, con un suéter en el que se leía Serena Gómez, llevó al alcalde por las nuevas escaleras. “Ahora la Policía en las zonas comunes y hay mucha más seguridad”, dijo. No sabía que al término de la visita del regidor volvían los agentes a la zona.

Tras recorrer los aparcamientos, los vecinos insistieron en pedir que se coloquen pilonas para garantizar que los vehículos puedan maniobrar. Entre los coches aparcados, dos vehículos abandonados. En su paseo por la planta comunitaria, Chicha, una de las vecinas, pidió “unas plantitas”. “Eso vas al vivero”, conminó el alcalde al concejal de Viviendas Municipales. Tras visitar el bloque 2, recién pintado por dentro, la presidenta, en presencia de la representante de la empresa de ascensores, le pidió reponer un espejo. “Yo pensé que me habías invitado a tomar un bizcochón y me trajiste al alcalde para sacarme el compromiso; no te preocupes que el espejo lo pone la empresa”. Y si no, “aprovecha los Reyes que no se han ido todavía”, le emplazó el edil de Viviendas Municipales.