El Puerto de Santa Cruz de Tenerife recibió ayer, por primera vez, al mayor velero de aluminio del mundo, el Sea Eagle II. Este curioso y majestuoso barco, cuyo propietario se desconoce, permanecerá en el Muelle Sur de la instalación chicharrera hasta el próximo lunes, 16 de noviembre, según han informado fuentes de la Autoridad Portuaria.

El Sea Eagle II ha llegado al Puerto de la capital tinerfeña para suministrarse de combustible y también de víveres, además de dar reposo a su tripulación durante los días previos a su partida rumbo a Antigua y Barbuda, en el Caribe. La Autoridad Portuaria de Santa Cruz de Tenerife ha indicado que en esta ocasión la nave no trae pasaje.

Esta goleta, de 81 metros de eslora, fue botada en enero de este mismo año y fue construida en el astillero holandés de Royal Huisman que, “según últimos reportes, forma también parte del top10 de las mayores embarcaciones a vela del mundo”. Está consignado en Tenerife por Pérez y Cía.

Imágenes de la nave construyéndose y navegando. E.D.

Un año

Denominado Proyecto 400, su envergadura obligó al astillero encargado de su construcción a adoptar nuevos métodos de desarrollo y construcción de este tipo de naves. Hubo que dedicar un año de trabajo al diseño, ingeniería y planificación de la construcción, correspondiendo a Dykstra Naval Architects la arquitectura y diseño exterior de la nave, apuntan fuentes de la Autoridad Portuaria de Santa Cruz de Tenerife.

En sus 81 metros de longitud total se da alojamiento a 12 invitados en seis camarotes, detrás de la suite del propietario, y a 15 tripulantes; alcanza una velocidad máxima de 21 nudos y cuenta con una superficie vélica de 3.050 metros cuadrados, que se despliega en tres mástiles construidos con fibra de carbono.

Propietario

En el exterior, la terraza contigua a la caseta del piloto elevada posee una estación de timón completa, mientras que una cubierta de popa abierta ofrece refugio, así como un bar, salones y restaurantes al aire libre. El interior, decorado en madera de nogal y roble Alpi, tiene una mesa de comedor para un total de 16 personas en medio de los salones. Sobre el propietario de este majestuoso y curioso velero, poco se sabe. Esta nave no consta como turístico ni pertenece a ninguna empresa.