Siete y media de la tarde de ayer. Ángel Brito, vicepresidente de la Asociación de Vecinos Azorín, comparte los mensajes que le hacen llegar los vecinos del barrio: "Una nueva pelea por fuera del Pabellón Pancho Camurria; aquí hay siete u ocho patrullas de la policía local y hasta alguna ambulancia".

El dirigente vecinal asegura que los residentes en la barriada de Cepsa y las zonas aledañas viven con miedo, hasta el punto que cuando empieza a ponerse el sol o cuando ven a muchos indigentes en el exterior del pabellón prefieren no salir a la calle. "Muchos viven confinados por el miedo".

Ya desde mayo pasado advirtieron que el número de personas sin techo se ha incrementado en la zona. "En la trasera del Pancho Camurria hay tongas de colchones que se almacenan por el día ahí y que se despliegan por la noche para convertirse en la vivienda de decenas de indigentes", denuncian otros residentes del barrio de Azorín que aseguran que ya se han dirigido al área de Servicios Públicos y a la empresa encargada de la recogida de enseres para que procedan a la retirada.

Pero la mayor preocupación de los vecinos de Azorín es el incremento de la inseguridad que se ha registrado en las últimas semanas. Aseguran que en los últimos tres días se han registrado cinco peleas. La última, ayer por la tarde. O el incidente que provocó un joven que acabó tirándose delante de un vehículo el pasado miércoles.

Los residentes de la barriada de Cepsa tienen localizados dos puntos de inseguridad: uno, en el Pabellón Pancho Camurria, y otro, en el exterior del albergue municipal. "Nosotros nos reunimos con el anterior equipo de gobierno y le exigimos que mandaran efectivos de la Policía para que patrullen por las calles del barrio, pero parece que solo están para pasear por la calle del Castillo", comenta con indignación un residente de la zona, que asegura que su mujer solo sale a comprar cuando él llega de trabajar.

"Los padres tampoco dejan a los niños que vayan a jugar al parque y cualquier día va a pasar alguna tragedia", explica otro vecino. Ángel Brito hace suya la inquietud de los vecinos y asegura que hoy solicitará una reunión con el alcalde de la capital, el nacionalista José Manuel Bermúdez, y también la concejala de Seguridad Ciudadana, Evelyn Alonso, para comunicarles la inseguridad que viven desde hace tiempo y reclamar acciones inmediatas.

"También pagamos nuestros impuestos y somos Santa Cruz", cuenta una vecina de la cercana barriada de La Candelaria, mientras señala uno de los bloques mostrando los sillones que se almacenan y que, por la noche, sirven para pernoctar. Otro vecino también de La Candelaria explica que algunas personas que fueron usuarios del albergue intentaron ocupar pisos cerrados de la zona. El vicepresidente de la Asociación de Vecinos Azorín asegura que la situación de inseguridad se ha incrementado desde que comenzó la crisis del Covid-19. "Se han reunido más personas sin techo y eso ha disparado la inseguridad. Alguien debe poner fin".