Un grupo de 25 subsaharianos que llegaron a Santa Cruz el sábado, tras abandonar voluntariamente el centro de Cruz Roja en La Montañeta (Garachico), permanecen en el exterior del pabellón Pancho Camurria, disponiendo de comida, aseo y baño en el Albergue Municipal, donde también recargan de energía sus teléfonos móviles pero en el que no hay plazas para acogerlos.

La ayuda social es lo que les puede prestar el Ayuntamiento de Santa Cruz. "Desde el primer momento estamos en ello y en mediar ante la Delegación del Gobierno para encontrar la solución que permita a estas personas continuar su viaje hacia Europa", señaló la concejala de Acción Social, Marta Arocha Correa, en consonancia con lo que este grupo de africanos demanda.

"Tenemos el dinero para el billete, pero en el aeropuerto nos dicen que no podemos viajar y nos devuelven a Cruz Roja", a pesar del salvoconducto del que disponen emitido por Extranjería y que, entienden, "nos autoriza a volar". "Lo que queremos es seguir a Europa, a la Península" para reunirse con familiares y amigos.

Forman un grupo de 25 personas procedentes de Gambia, Mali, Senegal, Guinea y Costa de Marfil que llegaron hace entre siete u ocho meses y que fueron ubicados en el campamento de Cruz Roja en el núcleo de La Montañeta (Garachico), en noviembre del año pasado. De allí partieron el viernes por iniciativa propia, siendo interceptados tras caminar 12 kilómetros rumbo a Santa Cruz. La Guardia Civil y la Policía Local de Garachico trataron de convencerlos de retornar a las instalaciones que dejaron atrás y que definen como "una prisión".

Prefieren la calle

Mientras "fuentes muy próximas al campamento de Cruz Roja aseguran que durante su estancia han estado bien atendidos, proporcionándoles la asistencia médica adecuada", según Daute Digital, los afectados cuentan otra historia: "No daban buena comida, no estábamos bien alimentados y no teníamos la formación adecuada".

Como ejemplos, uno de los migrantes expone que "en seis meses en Marruecos terminé hablando francés, en ocho que llevo en La Montañeta no hablo español". Otro de los 25 se queja de la atención sanitaria: "En Hoya Fría, si te duele algo te atiende el médico de inmediato; en La Montañeta pasan días". Hubo un tercero que llegó a asegurar que estuvo un par de meses con problemas bucales sin ser diagnosticado.

La situación de este grupo de migrantes (otra cantidad similar continúa en las instalaciones de Cruz Roja en La Montañeta) es desesperante. Pasan la noche durmiendo en el exterior del pabellón Pancho Camurria, disponen de víveres, agua y ropa, pueden acceder al baño y a la ducha en el Albergue Municipal, al otro lado de la rotonda del pabellón, y reciben el apoyo y la ayuda (en forma de alimentos) de muchos vecinos y conocedores de la situación.

"Nos dijeron que nos fuéramos a La Montañeta y que a los 15 días de estar en Garachico nos enviarían a la Península", destino final de algunos de ellos. "Han pasado ocho meses. Prefiero la calle a La Montañeta", y ninguno dijo lo contrario.

Fuentes de la Delegación del Gobierno en Canarias recordaron que los 25 que hoy permanecen en Santa Cruz decidieron abandonar "voluntariamente" el recurso que gestiona Cruz Roja en Garachico "y no se les puede retener, pueden volver cuando quieran. Se les ha insistido y no quieren".

La concejal de Acción Social, Marta Arocha, es consciente de la situación delicada en la que se encuentra este grupo de subsaharianos, "pero el Ayuntamiento solo puede prestar ayuda social y mediar, que es en lo que estamos". Espera una pronta solución y reconoce que la ciudad no tiene más alojamiento social disponible.