Más de la mitad de los candidatos que se presentaron para obtener el permiso necesario para conducir taxis en la capital no superó la prueba que tuvo lugar a comienzos del pasado mes de mayo.

Según los datos a los que tuvo acceso ayer este periódico, solo aprobaron el examen 105 de los 249 aspirantes que realizaron el examen, cuyas bases se habían publicado a principios del mes de enero en el Boletín Oficial de la Provincia (BOP).

En total, habían presentado la solicitud 349 personas, pero un centenar de ellas optó por no concurrir finalmente a la prueba. El anterior concejal de Servicios Públicos de la corporación, Dámaso Arteaga, había dicho que se trata de una prueba que siempre genera una gran expectación, porque es una condición indispensable para cualquier persona que quiera conducir un taxi en la capital.

En la capital tinerfeña es obligatorio este carné desde hace más de tres décadas.

A juicio del presidente de Tele Taxi Isla de Tenerife, Víctor Melián, los resultados del último examen ponen de manifiesto que el sector del taxi ya no es "un refugio de personas que se quedan sin trabajo".

"Antes, de cualquier profesión, venían aquí de conductores, sin ninguna habilitación, y con un papel provisional que daba el ayuntamiento se quedaban trabajando", recordó Melián, quien defendió una "mayor formación" de los profesionales del sector para hacer frente a los nuevos retos. "O nos formamos y cambiamos el chip, o, como entren otras empresas, lo llevamos mal. Y luego nos vamos a arrepentir", añadió.

En esta línea, Miguel Ojeda, presidente de Élite Taxi Tenerife, defendió la realización de estas pruebas porque sirven para "evitar" que cualquier persona se sienta como una profesional de la conducción, y sostuvo que las administraciones deben trabajar para lograr una mayor profesionalización.

Ojeda reconoció que "aún queda mucho por hacer", y abogó, incluso, por crear una escuela de taxistas, incluso para los que están en activo, porque así se podrían corregir fallos que se cometen por la rutina diaria.

También pidió que las administraciones, además de estas pruebas teóricas, lleven a cabo test psicotécnicos, porque "se filtraría aún más" la llegada de personas que no garantizan un servicio profesional.

En el examen de mayo, las preguntas giraron sobre cuatro grandes áreas: Ley de Transporte del Gobierno regional, Ordenanza municipal reguladora del servicio de vehículos de alquiler con aparato taxímetro (Taxi), callejero del municipio y conocimientos básicos de inglés.

Por ejemplo, se pidió a los aspirantes el nombre oficial de la popular calle San José, el significado de la palabra "seatbelt", los derechos que tienen los usuarios a la hora del cambio de moneda o en qué distrito se encuentra la plaza Pedro Schwartz.