La AV Nube Gris de Roque Negro demandó ayer la restauración de los antiguos abrevaderos del pueblo y de Anaga en general como elementos etnográficos que fueron fundamentales durante siglos para los vecinos de los distintos enclaves del ámbito del actual Parque Rural de Anaga.

En este caso, el activo colectivo vecinal tiene como objetivo poner en valor los bienes patrimoniales que marcaron durante siglos o décadas los modos de vida de las personas humildes en un ámbito rural y aislado como lo fue Anaga, elementos que marcaron el día a día, que eran cotidianos y que la modernidad los ha dejado en desuso.

Es lo que pasa con los antiguos abrevaderos, que no solo se utilizaban para que los animales bebieran agua, sino para las casas y el sustento básico por la inexistencia de una red de agua potable en las viviendas. En la actualidad ninguna de estas estructuras se encuentra en uso debido al progresivo abandono del cuidado de los animales, también porque el agua no llega y el propio paso del tiempo, que ha hecho mella en ellos.

Los primeros pasos para recuperar estas piezas que se encuentran en toda Anaga ya se ha dado y se ha transmitido al Cabildo que ha invitado a los vecinos a elevar su petición formalmente al Consejo Rector del Parque Rural de Anaga, una iniciativa que se hará en próximas semanas.

La idea de restaurar los abrevaderos parte del interés de la AV Nube Gris de "rescatarlos para ponerlos en valor al igual que impulsamos los lavanderos, los antiguos oficios, que casi se han perdido, o la recuperación de las tradiciones, que son parte de la historia de las generaciones que con sacrificio pudieron sacar adelante a sus familias".

"Estamos hablando de piezas que tienen siglos de antigüedad y que marcaron la vida de los vecinos. No hablamos del ningún valor económico, sino del etnográfico que posibilitará recordar de dónde venimos para poder caminar el futuro", dijo uno de los miembros del colectivo vecinal.

La asociación considera que este tipo de actuaciones no tendrían un costo excesivo y supondría "rehabilitar espacios de mucha más antigüedad, por ejemplo, que los lavanderos. Sería como tener un tesoro", concluyó.