El emblemático quiosco-bar del Reloj de Flores, en el parque García Sanabria, reabrirá sus puertas el próximo mes de mayo, según las previsiones de la empresa adjudicataria del mismo, Pepe Nacho S.L, que trabaja en la renovación de sus instalaciones.

El proyecto correspondiente fue aprobado por la Junta de Gobierno el pasado mes de noviembre, tras recibir el informe favorable y preceptivo del área de Patrimonio Histórico del Cabildo.

El cierre y vallado de las instalaciones se produjo pasado el verano, como efecto de la nueva adjudicación, al objeto de proceder a una reforma que incluye la conservación y puesta en valor de los elementos exteriores del quiosco, saneando y reparando sus revestimientos, pero sin posibilidad de variar el volumen.

Las obras de adecuación que se llevan a cabo incluyen las acometidas a redes de suministros, como abastecimiento de agua, saneamiento, electricidad, telefonía y red de datos.

Además, el nuevo concesionario asumirá el mantenimiento, conservación y limpieza diaria, desinfección de todos los aseos existentes, así como los suministros necesarios.

El quiosco forma parte de la urbanización del costado sur del parque García Sanabria, el que linda con la calle Méndez Núñez, que fue proyectada por el arquitecto Enrique Rumeu en 1958.

El hito más relevante de este espacio es el Reloj de Flores, regalado a la ciudad por quien fuera cónsul de Dinamarca, Peder Larsen, además de la masa arbórea, la doble escalinata que flanquea el reloj y sendas fuentes en la parte posterior.

El conjunto se completa con el parque infantil, situado donde anteriormente estuvo el minigolf, cuya remodelación se llevará a cabo próximamente. La Junta de Gobierno municipal adjudicó el pasado día 1 de abril la ejecución del proyecto a la empresa Luis Olano Construcciones, por importe de 266.913 euros y un plazo de ejecución seis meses.

Paralelamente, el ayuntamiento se plantea la reapertura del existente en el parque Don Quijote, para lo cual el área de Obras e Infraestructuras prepara en estos momentos los pliegos para la correspondiente licitación, junto a la creación de uno nuevo en el parque Las Indias.

Este último caso forma parte del proyecto de rehabilitación integral de este espacio público del barrio de La Salud, cuyas obras han sido licitadas recientemente, con un presupuesto de 2,5 millones.

El acondicionamiento del quiosco del Reloj de Flores forma parte del programa llevado a cabo por el ayuntamiento, durante los últimos tres años, para la renovación de la mayoría de las instalaciones de este tipo existentes en plazas, parques y paseos de la ciudad.

Tras finalizar sus concesiones administrativas, los nuevos adjudicatarios han ido reformando y reabriendo sus puertas de manera paulatina. "Se ha tratado de un proceso tan arduo como ilusionante, que nos ha permitido revitalizar la mayoría de nuestros quioscos urbanos, que son una seña de identidad de Santa Cruz", explica el alcalde, José Manuel Bermúdez.

Igualmente, apunta que "hablamos también de unas infraestructuras que refuerzan la política municipal para la creación de empleo y la dinamización comercial en las zonas donde se localizan estos quioscos y sus terrazas, favorecidas además por las rebajas fiscales que hemos implementado en los últimos ejercicios, que en este caso cuenta con una bonificación del 100%".

Weyler. Fue el primero en someterse a este tipo de trabajos, con una inversión de 150.000 euros. Su reapertura se produjo en septiembre de 2016, con un importante cambio en la fisonomía original: un cubo que en horario diurno refleja la vegetación de la plaza, para iluminarse de noche con efectos de colores.

Numancia. Tras varios meses de reforma, reabrió a finales de abril de 2017, realzando su imagen primitiva, con una estética característica y reconocida aportación histórica. Situado en la parte noroeste del parque García Sanabria, junto a la Rambla, su reapertura se vio complementada con la instalación de un baño público en las proximidades.

El Príncipe. Más o menos en las mismas fechas, en la primavera de 2017, tuvo lugar la puesta en funcionamiento de este establecimiento, tras acometer el nuevo concesionario trabajos de renovación de su estructura, por importe de 65.637 euros. Para ello se tuvieron en cuenta, como en el Numancia, condicionantes de patrimonio histórico.

La Paz. A comienzos de septiembre de 2017 se produjo la reapertura de este quiosco, situado en pleno corazón de la Rambla, tras cerrar a finales de 2016 por la jubilación de su anterior concesionario. Ha preservado su estética original, con algunas mejoras tanto del local como de la pérgola. También se añadió en este caso un baño público.

Tomé Cano. Localizado en la plaza de Los Sabandeños, cuenta también desde 2017 con un nuevo diseño, en forma de quilla y velas de un barco, en homenaje al ingeniero naval que da nombre a la calle, nacido sobre 1545 en el municipio Garachico. El adjudicatario cifró en 185.664 euros la inversión realizada en la obra, según la oferta presentada.

Plaza Militar. Su reapertura se demoró hasta marzo de 2018, tras 28 meses cerrado. La inversión efectuada en las obras de acondicionamiento se cifró en 75.564 euros, a cargo del nuevo concesionario. Hoy luce como un espacio moderno y cosmopolita, dentro de la plaza que lleva el nombre de Pedro Schwartz.

La Alameda.Creado dentro del proyecto de remodelación de la plaza de España, según diseño de los arquitectos suizos Herzog & de Meuron, el establecimiento cuenta con la planta más moderna de todos los de la ciudad. Sometido a un proceso de mejora, por importe de 52.461 euros, su explotación fue adjudicada en marzo de 2017.