Es tiempo de este fruto seco, todo un superalimento lleno de nutrientes que contribuyen a fortalecer las defensas. Crudas, asadas o guisadas, las castañas constituyen un manjar cargado de energía para afrontar el otoño y el invierno.

La castaña es el fruto del castaño, un árbol propio del hemisferio norte, y ha sido desde la antigüedad un alimento esencial en épocas de hambrunas. Entonces su harina se utilizaba para hacer pan como sustituta de las harinas de cereales. Hoy en día, su harina, libre de gluten, es una alternativa ideal en la preparación de alimentos para celiacos. Se puede hacer con ella bizcochos, pasta, pan y postres que lleven harina, como flanes o cremas pasteleras.

¿Engorda o adelgaza?

Engordan las castañas, sí, porque tienen muchísima azúcar, pero también aportan menos calorías que otros frutos secos y son muy saciantes, porque poseen mucha fibra. Así que podemos concluir que su consumo no solo es compatible sino también recomendable en dietas de adelgazamiento.

Tres o cuatro castañas son suficientes para saciarte y para beneficiarte de sus propiedades, que son muchas. La realidad es que son la mitad de calóricas que las almendras o las nueces, al tiempo que mucho más saciantes, con lo cual es difícil comer tantas como para que se refleje en la báscula.

El hecho de que sus carbohidratos sean complejos hace que se tarde más en digerirlas y te sacien más. Por eso, pese a su alto contenido en azúcar, son recomendables tanto para personas que padecen diabetes como para quienes siguen una dieta de adelgazamiento.

Debes saber que una docena de castañas asadas, por ejemplo, aportan 167 calorías, un 10% más de hidratos que la pasta o el arroz y una sexta parte de la fibra necesaria al día. Recuerda que la fibra es importante para controlar el nivel de colesterol, evitar el estreñimiento y prevenir cánceres como el de colon.

Puestos de castañas en Santa Cruz, otoño 2019

Beneficios de la castaña

Otro de los fuertes de la castaña es su contenido en inulina, una fibra prebiótica que alimenta la microbiota intestinal. Esto ayuda a mejorar la absorción del calcio y del magnesio, dos minerales que refuerzan los huesos. Si hierves las castañas en leche y preparas un puré, logras una crema deliciosa repleta de alimento para tus huesos. Además, tiene más ácido fólico que cualquier otro fruto seco, lo cual la hace muy recomendable para embarazadas, niños y adolescentes en edad de crecimiento.

La castaña sobresale también por su aporte en vitamina C y en manganeso, ambos elementos importantes para reforzar las defensas. En 100 gramos de castañas encontrarás la misma cantidad de vitamina C que en 100 gramos de naranja. El manganeso, por su parte, es un mineral que aporta energía y resulta esencial para el sistema inmunitario. A su vez, por su alto contenido en vitaminas del grupo B y en hidratos, la castaña favorece el bienestar emocional.