Opinión | La columna

Ángela Labordeta

Los ovnis y los tiburones

Hay dos cosas de las que se habla mucho en estos días y que nada tienen que ver con las elecciones en España del pasado 23J y los posibles pactos, ni con la subida de los precios, ni siquiera con la guerra de Ucrania o el asesinato de mujeres a manos de sus parejas o exparejas, y son los ovnis y los tiburones. Es curioso, pero ambas cosas están presentes en el imaginario de una parte importante de los españoles debido al cine de Steven Spielberg y su tierno E.T., el extraterrestre, y su menos tierno pero certero Tiburón. No es algo nuevo y simplemente Spielberg dio a ambas cuestiones formato cinematográfico en dos películas que en su tiempo supusieron algo así como lo que Barbie está suponiendo en estos días, haciendo correr ríos de tinta y generando fans que a su vez son y fueron fans de realidades revertidas desde la ficción en el caso de Barbie, de la ensoñación hacia otras posibles formas de vida como vimos en E. T. y del terror, racional, hacia un animal con el que nadie se quiere encontrar cara a cara y con el que muy pocos se han encontrado realmente. Pero eso poco importa, porque es mejor imaginar y recordar, y hoy en las playas españolas se habla de los tiburones como si estos campasen a sus anchas por nuestras costas, algo totalmente irreal.

¡Cuánto se habló de E. .T y cuánto de Tiburón y cuánto lloramos cuando E.T. dice eso de «mi casa», y cuánto sufrimos cuando el asesino e insaciable tiburón carga una y otra vez contra los indefensos humanos que andan pacíficamente disfrutando de un día de sol en el océano! Mucho. Porque hay realidades que tienen una sombra alargada debido al uso que se hace de las mismas, y que tiene que ver con la ocasión y la veracidad y también, por qué no, con el regusto misterioso que deja en el paladar humano una noticia sobre el avistamiento de un ovni o el encuentro entre un humano y una pequeña tintorera, el tiburón más asiduo en nuestras costas y prácticamente inofensivo. Pero eso no importa, porque la leyenda es más hermosa, y aunque resulte increíble, parece que los extraterrestres llegaron hasta el planeta Tierra para inmolarse y dejar aquí sus restos biológicos y también, aunque parezca mentira, nos volvemos sobre nuestra espalda cuando nos bañamos en el mar Mediterráneo por si avistamos una aleta surcando las aguas y pensamos en cuál será la estrategia para llegar cuanto antes a la orilla.

Somos seres humanos y fantásticamente moldeables, y por eso en estos días los ovnis y los tiburones son la mejor ingesta antes de la siesta.

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