Opinión | EL RECORTE

Sachando votos

Visita de Ángel Víctor Torres a Cuba

Visita de Ángel Víctor Torres a Cuba / ACFI PRESS

No descarten que en las elecciones de mayo se vaya a liar una importante con el voto de los emigrantes canarios en el exterior; un panal de rica miel al que nuestras muchas moscas han ido acudiendo zumbonas por tierra, mar y aire, para meter en la saca todas las papeletas que puedan.

Los canarios residentes en Venezuela han solicitado más medios para garantizar su derecho al voto en las próximas elecciones autonómicas. Están alarmados porque aún se desconoce la logística y el procedimiento para que puedan acudir a las urnas y ejercer su derecho al voto. Eliminado el engorroso trámite del «voto rogado», que exigía que el que quisiera votar tuviera que solicitarlo previamente, se considera que la participación puede llegar al 30% de los canarios emigrados, que solo en Venezuela rondan casi los sesenta mil.

Existen pequeñísimas cuestiones desconocidas, como por ejemplo en dónde se va a votar o quién controlará la cadena de custodia de esos votos en dos países, Cuba y Venezuela, que ofrecen las mismas garantías democráticas que las convocatorias de aclamación franquista en la Plaza de Oriente. Para poder votar en estos dos países –donde elegir libremente entre partidos políticos distintos es un acontecimiento similar al aterrizaje de una nave extraterrestre– hace falta establecer bastantes colegios electorales, debido a las grandes distancias existentes, a la dispersión de la población, a que el servicio de correos es una mierda que no funciona, a que hay escasez de combustible y a que, a pesar de ser dos maravillosos paraísos comunistas, casi no existe una red de transporte público.

Que a estas alturas no se haya dado a conocer la organización de la votación no quiere decir que no esté preparada. Pero están tardando en hacerla pública. La incidencia de los votos emigrantes en las autonómicas (no pueden votar en cabildos y municipios) podría ser relevante si crece el número de participantes. Y para que no se líe la del pulpo, todos los partidos políticos deben saber cómo se va a garantizar la limpieza del procedimiento y se va a realizar la cadena de custodia de los votos emitidos para su recuento posterior, sin que nadie pueda meter la zarpa en las urnas.

No se crean que es un tema menor. La cantidad de políticos que han ido a seducir a los canarios en Venezuela y Cuba hace pensar que la participación puede ser alta. Y no sería la primera vez que se monta una polémica en las islas por la sospecha de manipulación en esos votos. Para evitar males mayores, ahora que estamos a tiempo, el Gobierno debe despejar todo tipo de dudas y garantizar la limpieza de una votación democrática en dos países que no lo son.

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