Opinión | En el camino de la historia

Mientras Marruecos permanece alerta, aquí nos ha entrado la modorra

Rey de Marruecos Mohammed VI con su hijo Mulay Hasán.

Rey de Marruecos Mohammed VI con su hijo Mulay Hasán.

En la ONU existe una comisión encargada de delimitar la plataforma continental de diferentes países y en lo que atañe también al Estado español tiene que posicionarse en una solicitud a partir de la presentada el 22 de diciembre de 2014 por una delegación española la ampliación de la zona económica exclusiva al oeste de Canarias en casi 300.000 kilómetros cuadrados lo que equivale al 60 por ciento del territorio español lo que constituye la mayor ampliación de soberanía territorial que realiza España. Pues bien, en esta comisión formada por 21 países se encuentra un representante de Marruecos (y por parte española, nadie) el cual ha solicitado a esta comisión la ampliación de su zona económica exclusiva según dos leyes aprobadas por el parlamento marroquí en Enero y Febrero de 2020 donde amplia las 200 millas su zona económica exclusiva extendiendo su plataforma continental a 350 millas, lo que no solo solapa parte de la solicitado por España sino supone asignarse, además, las aguas del Sahara Occidental ya que desde este territorio amplia sus costas alegando que estas tienen mas amplitud y características geomorfológicas que las de España (Canarias). Dado que las aguas canarias sabemos son las perimetrales que unen distintos puntos insulares y el estado español solo tiene las 12 millas de mar territorial desde la línea de base y otras 12 denominada Zona Contigua hasta las 24 millas desde la misma línea.

Cuestión que produce cierta hilaridad cuando el mandatario canario, Ángel Víctor Torres, ha dicho en más de una ocasión que no tolerará se toque ni un solo milímetro de las aguas canarias, cuando ya vemos cómo está la situación actual donde la reverencia del gobierno español y paralelamente la del gobierno canario continúa acentuándose ante el monarca alauí . Y para complicarlo aún más, hace unos pocos días Rabat ha dicho por carta dirigida a la ONU que Melilla es un «presidio ocupado por España» y que es impreciso llamar a la línea de separación entre Marruecos y Melilla como «frontera hispano marroquí», puesto que el Reino de Marruecos no cuenta con fronteras terrestres con España y Melilla.

Pues ya vemos, una vez más, cómo el silencio de Canarias va al unísono con las decisiones que ha tomado el gobierno español. Lo mismo en lo referente al comité de descolonización, alineándose con la posición negacionista de Pedro Sánchez, admitiendo una autonomía para el Sahara Occidental, rubricando, además, con su silencio, ya va para dos años, la decisión de Marruecos de prolongar su plataforma continental 350 millas, la cual en su parte mas occidental llega mas allá de 200 millas de la Punta de la Restinga en la isla de El Hierro la cual se solapa con la plataforma española-canaria.

Y detrás de todas estas ampliaciones unas más o menos dentro del Derecho Internacional del Mar como la española no así la marroquí que traza sus linderos desde un territorio que no le pertenece y que ocupa ilegalmente desde 1975 que es el Sahara Occidental. Lo que nos avisa que Marruecos no va a parar hasta, más temprano que tarde Ceuta y Melilla se integren en el Gran Magreb, cuyo mapa cuelga en la pared del despacho de Mohamed VI en el cual figura Canarias también como parte integrante de ese espacio geográfico-político Así que no echemos esto en saco roto y sacudámonos la modorra que tenemos encima por lo que nos pueda tocar.

Hay que decir que la intencionalidad de ambos gobiernos, el español y el marroquí, es hacerse con todo el potencial del Monte Tropic donde hay concentraciones considerables de manganeso, hierro, cobalto, cobre, níquel y titanio. En la misma zona el buque Hespérides del Instituto Geológico Minero español descubrió en 2010 bolsas de hidrocarburos donde se podrían extraer millones de barriles de crudos. Así como una expedición británica en el barco oceanográfico RRS James Cook observó la mayor reserva conocida en el mundo de unas 2.600 toneladas de telurio, material estratégico para el desarrollo de las nuevas tecnologías. De ahí la exigencia de que tanto España como Marruecos hayan solicitado la ampliación de la plataforma continental donde un Sahara Occidental independiente echaría por tierra tanto las pretensiones marroquíes como las españolas.

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