Yo nunca hubiera creído que los pequeños pastores de cabras tenían más altura moral que sesudos profesores de biología, ecologistas y pseudocientíficos. Decenas de pastores canarios iguales en altura moral están asombrados de las mentiras y disparates que dicen biólogos y políticos de algo que no saben nada: cabras, apañadas y pastoreo. De lo que sí saben los políticos y biólogos es de las subvenciones que cobran de Europa por matar a las cabras. Y para que no digan que es mentira, aquí está la prueba. El 10 de enero de 2006, en el periódico La Provincia de Las Palmas se publicaba un artículo titulado: “Bruselas se contradice con las cabras”. Y en el subtitulo asegura: “El área de medio ambiente de la Unión Europea pide al Cabildo que acabe con los animales asilvestrados que atentan contra la flora endémica”. Mientras, Agricultura de la Unión Europea rechaza el sacrificio de la cabaña guanil en las islas. Más adelante el artículo continúa diciendo: “La Unión Europea amenaza con retirar los fondos si no se eliminan las cabras”, en contra la Dirección General de Agricultura y Desarrollo Rural de la CE, que aseguraba que jamás ha respaldado o subvencionado al Cabildo para efectuar este tipo de sacrificio de ganado caprino. El presidente de la Asociación de Veterinarios Españoles Contra la Crueldad Animal dice que la ciencia con mayúsculas va unida a la moral. Los biólogos y políticos mienten a conciencia diciendo que los defensores de los animales no queremos defender la bioesfera y solucionar el problema de las animales asilvestrados. No es así. Estamos de acuerdo en eso. Con lo que no estamos de acuerdo es con el método. El vuestro, la barbarie de las matanzas, y el nuestro, la ética en acción y respeto a la vida de los animales mediante las apañadas y otros métodos. Como el método CES para los gatos utilizado desde hace 30 años en Estados Unidos y Reino Unido.

Matar a tiros a gatos, cabras y ovejas es inmoral porque se han asilvestrado por nuestra culpa y pagan ellas con su vida, que además son animales con los que hemos convivido y que en el caso de herbívoros se matan para comer, no para otros fines, pero no darle un barniz ético porque no es posible. Como en todo en la vida, se puede ser un retrógrado o hacer avanzar el bienestar del ser humano y de los demás seres vivos que nos acompañan en este planeta.

No matamos ni al peor criminal por los delitos más abominables que comete el ser humano, ¿cómo no vamos a buscar métodos más eficaces que matar a tiros éstas pobres cabras, ovejas y gatos asilvestrados? Decir que pegarle un tiro en la cabeza a un animal es un método perfectamente ético, en cualquier caso, es un pensamiento que nos debe preocupar. Quienes lo promueven no solo deben reflexionar, sino que nos tienen que hacer reflexionar a todos sobre el peligro de tales planteamientos. La ética en la acción es la capacidad que tenemos de no hacer sufrir, ni causar sufrimientos innecesarios, a nosotros mismos, a los demás, a los animales y al medio ambiente. Todo lo demás es barbarie.