Tenemos sobre la mesa una amalgama de soluciones para el postcovid que no terminan de concretarse ni contentan a los afectados del parón económico. En cuanto a los ERTE, el Ministerio de Trabajo sigue empeñado en hacer pagar a los empresarios la totalidad de las ayudas recibidas. Por poner un ejemplo: una empresa con diez trabajadores que inscribió en un ERTE a 9 de ellos y recupera 8, rescindiendo el contrato de uno, el ministerio se empeña en que devuelva las ayudas de los 9, lo que pondría en una situación muy comprometida a la viabilidad de la empresa y peligraría no solo el empleo que no se recuperó, sino los de todos los trabajadores que volvieron a trabajar.

No hay mucha lógica en eso, aunque sí una sensación de castigo al tejido empresarial, al que, por otro lado, se le pide que genere riqueza y empleo.

En Canarias, se ha presentado un paquete de ayudas para retrasar el pago de impuestos y recordado los importes presupuestados para 2021 como ayudas sectoriales, en el que llama la atención que no todas las empresas deben pagar IGIC porque no tienen actividad, por lo que no facturan y no deben ingresar importe alguno.

Además, ya le han trasladado los autónomos y pymes que muchas de ellas no podrán acceder a las ayudas porque no están al día con los pagos a la Seguridad Social, Estado o Gobierno Autónomo.

Supongo que aquellas empresas que ya estaban en situación de cobro ejecutivo antes del brote del Covid, no accedan a las ayudas, pero aquellas que no pueden pagar pese a hacer un plan de pagos después de la pandemia, son los que precisamente necesitan esas ayudas para salir adelante.

Eso se arregla fácilmente modificando en ese extremo la ley de Subvenciones para suspender temporalmente, la obligatoriedad de estar al día mientras dure esta situación, o lo que es lo mismo, simplificando administrativamente los procedimientos.

Mientras tanto, los países europeos se preparan para invertir en infraestructuras en los próximos meses los fondos europeos para “dar una caña para pescar y no un pescado” y Estados Unidos. También ha aprobado un plan de inversiones por encima del billón de euros para reactivar la economía.

Tenemos un presupuesto extraordinario financiado por Europa, que deben canalizarse hacia la Inversión del estado en infraestructuras tradicionales, innovadoras o sanitarias, ayudas temporales a los perjudicados, reducción de gasto público insostenible y simplificación administrativa, que son la vacuna contra el postcovid para recuperar la actividad económica sin que pase el tren de la recuperación por unas casas y por otras no.