Canarias no tiene problema alguno con los inmigrantes que llegan a nuestras costas.

Lo tiene con la mala gestión del problema de la inmigración, donde no hay medios ni convenios para evitar esos éxodos masivos, ni se tratan como seres humanos, ni se dispone de una política definida que les ofrezca un trato digno de camino a cualquier lugar de Europa al que sueñen llegar.

Canarias fue un territorio de emigrantes. Un territorio carente de esperanzas en el pasado, a cuya sombra se han escritos sentidas e importantes historias de emprendimiento y de integración en Países como Venezuela, Brasil o EE. UU., que nos acogieron y luego nos vieron partir rumbo a las Islas con las ilusiones restañadas y las maletas llenas de posibilidades con las que dar un futuro a las familias canarias.

Lo que no es de recibo es que parezca que los canarios somos insensibles a este problema y dejamos en condiciones penosas a estas personas en habitáculos insalubres, o les traslademos de un lado a otro de las Islas, improvisando soluciones que no son mas que parches.

Me consta que muchos canarios – empresarios, trabajadores o familias completas- les gustaría ayudar de manera puntual a estas personas, así como ONG´s que están organizadas y son capaces de dar cobijo temporal, comida y un trato digno.

Desgraciadamente no podemos ayudarlos por encima de nuestras posibilidades, de manera permanente, y apelamos a que un problema europeo lo solucione Europa y no nos dejen desamparados junto al desasosiego de estas personas que viajan de manera expuesta a través de un mar empeñado en ahogar sus sueños y sus vidas.

Partiendo de la base que Canarias está bajo el foco internacional en el problema de la inmigración, no me negarán que preferiríamos pasar a la historia como pueblo solidario y comprometido y no como un pueblo incapaz de organizarse para ayudar a quien necesita cobijo porque no nos ayudan con más medios.

Para eso Canarias necesita sentirse apoyada por Europa y por el resto del Estado y no sentirnos utilizados como una verja con espinos que se abre y se cierra desde más allá de nuestras fronteras