Planteaba en mis redes sociales esta misma semana a través de una encuesta la duda que planea sobre las cabezas de muchas personas. "¿Hacer el amor o buen sexo?".

Evidentemente, tras esa pregunta rondaba una intencionalidad, la de escribir este artículo. La respuesta correcta por mi parte estaba clara y las respuestas de quienes participaron en la encuesta fueron casi al 100% gratificantes. Comencemos por definir de qué hablamos cuando utilizamos la expresión "hacer el amor".

Hay quienes piensan que se hace el amor cada vez que se practica sexo con la persona de quien estás enamorada, sea o no tu pareja, y hay quienes ven la práctica de esta expresión en los tiempos, los detalles, el ritmo y el sentimiento que se usa en una actividad sexual. Pues bien, podría bien ser la mezcla de ambas.

¿El buen sexo? Quizá la definición de buen sexo sea más clara. Quizá tan clara que se sostenga sobre dos pilares básicos y sencillos: tiempo más resultado. El tiempo adecuado en una relación sexual suele ser aquel que no se considera como mucho ni como poco. Poco sabemos perfectamente por qué no se considera adecuado, pero ¿mucho? Relaciones sexuales en las que una de las partes necesita demasiado tiempo para llegar "a su meta" pueden resultar tediosas para la otra parte, siempre y cuando no se están "trabajando" bien. Si duran mucho, pero esa duración no es por necesidad€, ¡sin problema! ¿Un buen resultado? Obvio, el orgasmo para ambos participantes. Aunque€ son muchas parejas las que en algunas ocasiones no miden el resultado por conseguir el clímax o no, sino por lo bien que se lo han pasado o lo mucho que han disfrutado durante el tiempo que ha durado la relación. En cualquiera de los casos terminaremos con una sonrisa en la cara, seguro. Esa sonrisa podría ser sin lugar a dudas la escenificación del buen resultado.

Definidas ambas vamos con algunas de las respuestas que se dieron. El grueso de la encuesta nos llevó a resultados de 40% vs. 60%, un cuarenta por ciento de los participantes eligieron la opción del buen sexo mientras que el sesenta elegía hacer el amor. Unos resultados bastante ajustados la verdad.

En cualquier caso muchos necesitaban explicar y ampliar el motivo de sus respuestas y de ahí comentarios como: "Si sabes hacer bien la segunda, la primera va implícita". "Hacer el amor con buen sexo". "¿Por qué elegir cuando se pueden tener ambas?" "Tengo el corazón partido".

Para darles un dato irrelevante pero necesario para comprender algún comentario, la opción 1 era la de tener buen sexo y la opción 2 la de hacer el amor.

Y básicamente mi respuesta correcta era esa: ¿por qué debemos elegir? ¿Por qué no se puede tener buen sexo cuando hacemos el amor? ¿No estamos ya lo suficientemente informados como para aunar ambas prácticas? Se trató de un cuestionario trampa, por así decirlo, pero casi todos los que participaron en él dieron en la clave: ¿por qué elegir?

Aun así, la respuesta con la que más de acuerdo estoy me llegó por privado y decía así: "Mejor tener buen sexo, el amor se construye con detalles del día a día. Aunque eso no quita que a veces uno esté más sensible y necesite algo más cariñoso". Una respuesta que termina diciendo: "Con la edad menos y mejor".

Así que lo dicho. Se puede hacer el amor y tener buen sexo de forma simultánea; no es una leyenda urbana ni se trata de una utopía, pero lo cierto es que es algo que ha de trabajarse en pareja. Y en ese trabajo la comunicación es clave, como en casi todo. La acción de demandar, ya sea cariño o una postura en particular, debe dejar de ser algo negativo para convertirse en algo positivo. Y si tienes una pareja estable se convertirá en algo extraordinario, ya que cuanto más hablemos y más practiquemos mejor sexo (y con sexo no excluyo al amor) tendremos.

El mensaje privado que recibí dio en otra de las claves, "detalles de día a día", y es que dependiendo del estado de salud de nuestra relación tendremos una relación íntima más o menos satisfactoria, en muchos casos determinada por la conexión existente entre ambas partes y este factor lo determinarán detalles de los que ya hemos hablado en otros artículos y que pueden encontrar en mi blog, pero que podríamos resumir en atención, comunicación y demanda.

¿Y tú? ¿Qué opinas al respecto?