Antonio Morales no pone líneas rojas en sus negociaciones con el PSOE en el Cabildo de Gran Canaria, pero sostiene que Hacienda es innegociable: lo cual es como la más roja de las líneas. Si no se cierra un pacto de izquierdas en el cabildo de la isla redonda, el mapa de poderes del actual pacto regional se quedaría cojo de una pata muy importante. Mala cosa que se quede esa asignatura pendiente. Pero la firme negativa de Morales a ceder poder está convirtiendo el acuerdo en un imposible. Dicen algunos que ni siquiera una futura censura se cargaría el pacto de gobierno. Que Román Rodríguez se revolvería un poco, pero que la sangre no llegaría al río. Resulta difícil de creer que no se liara una muy gorda si a Morales le tocan la moral. Digan lo que digan, si los dos socios del Gobierno son enemigos en Gran Canaria... mal asunto.