Muchas son las flores que le están echando al virrey gomero para que entre en el Gobierno autónomo y asuma alguna de las cuantiosas (en euros) consejerías que le van a corresponder a la Agrupación Socialista Gomera. Pero él dice que nanay, que él de diputado y de presidente del Cabildo de su Isla no se mueve. Y es que Casimiro no es tonto. El PSOE, principalmente, es el actor más interesado en contar con Curbelo en el Ejecutivo, que sería un valor superior a cualquier personaje de la Agrupación que él mismo pusiera, simplemente conociendo mínimamente su trayectoria. Ángel Víctor Torres lo quiere con él especialmente y así se lo ha hecho saber en numerosas ocasiones, pero Casimiro conoce la trampa. Si sale del Cabildo de la Gomera del que fue dueño y señor bajo las siglas de aquel PSOE que lo echó a patadas de su formación, y ahora lo es bajo las siglas de la ASG, todo su imperio sería inmediatamente atacado y con un sigilo monumental por los socialistas que hoy lo intentan seducir con la entrada en el Ejecutivo.

El PSOE, y no es criticable sino previsible, intentaría asaltar el castillo gomero por tierra, mar y aire. Pensando que con la distracción de Casimiro Curbelo al frente del manejo de seductoras dádivas en el Gobierno, su trono y su ejército quedarían al descubierto y sería el momento propicio para arrebatarle la joya de su corona. La historia reciente de Canarias sin Casimiro es inentendible. Su manera de manejar la Isla lo ha convertido en el personaje más adorado que pudiera haber tenido cualquier ínsula en años, y se las sabe todas. Su pueblo lo quiere y lo demostró tras ser vilipendiado por el caso de la sauna madrileña, otorgándole con una recién constituida Asociación Socialista Gomera todo el poder. Y mientras lo intentan seducir desde el PSOE, me temo que él se ríe entre dientes.

@JC_Alberto