El gofio es uno de los productos más típicos de la gastronomía canaria. Consumido en diferentes formatos, tradicionalmente ha sido un alimento que no faltaba en ningún hogar.

Desde el desayuno a la cena, cualquier momento es bueno para degustar esta delicia canaria, que, sin embargo, no suele agradar tanto como no se ha comido desde pequeño. Aunque eso no implica que todo turista que se precie quiera probarlo para adentrarse en la gastronomía isleña.

A pesar de ello, este superalimento canario cuenta con propiedades y nutrientes tan buenos que muchos padres optan por dárselo a sus hijos hasta en el biberón. Así, nada como seguir esas tradiciones en la crianza de padres a hijos para que los niños crezcan fuertes y sanos. Pero, ¿alguna vez te has preguntado qué pasa si comes gofio todos los días?

Una pella de gofio. E. D.

¿Qué es el gofio?

El gofio es un alimento elaborado a partir de cereales tostados, como el trigo o el millo, ampliamente utilizado en la gastronomía canaria. Existen diferentes variedades dependiendo del grano, el tueste y la sal, pero todos tienen un alto valor nutritivo.

Se trata de un producto que ya consumían los aborígenes y que, tras la conquista de Canarias, aumentó la variedad de cereales que se empleaban.

Su uso es ampliamente utilizado en la comida isleña, pudiendo degustarse mezclado con la leche o los potajes, en escaldón o pella. Y todos ellos son deliciosos.

Beneficios del gofio

El gofio es uno de los alimentos más sanos del mercado. Aporta vitaminas A, B y D; minerales esenciales como el calcio, magnesio, potasio, sodio, hierro y fósforo, y, además, es un producto saciante. Entre sus beneficios se encuentran:

  • Ayuda a la salud intestinal.
  • Aporta energía y es perfecto para deportistas.
  • Ayuda a perder peso al tener un porcentaje de grasa muy bajo.
  • Mejora la capacidad funcional.
  • Fortalece la salud cardiovascular.
  • Ayuda a combatir los niveles altos de colesterol malo.