Uno sólo se explica el empeño en sacar adelante unos viñedos en lugares como los que explota la bodega Piedra Fluida con las palabras pasión y coraje. Pasión por la enología y coraje para emprender un viaje como el de esta bodega, que comenzó su andadura con la vendimia del año 2018, de mano de la gran pasión por los vinos de Félix Becker en un paraje como los altos de Granadilla o Santa Úrsula. Y no hay más que acceder a su página web para darse cuenta de la heroicidad que supone cultivar en los viñedos más altos de Europa -1687 metros de altura-, donde la mecanización es imposible, y se cultiva y vendimia con técnicas ancestrales sobre los bancales que parecen pedazos terrosos de los que difícilmente se puede obtener un fruto. Y, sin embargo, bodega Piedra Fluida no sólo lo consigue, sino que logra exprimir caldos de calidad superior y multipremiados gracias a que sus viñas se ubican en una situación privilegiada para su cultivo, ya que las cepas reciben el sol y la humedad necesaria para la perfecta maduración de la uva. Son más de 30 hectáreas de viñedo propio, con cepas de más de ochenta años, y Denominación de Origen Protegida Islas Canarias. En este suelo volcánico y nacido de temperaturas extremas se produce un vino único orgánico, ecológico y exquisito con una cuidada gama de vinos, nacida del respeto profundo al trabajo artesanal de los antiguos viticultores y el amor y cuidado de nuestro territorio, recuperando un paisaje que, de otra manera, podría verse abandonado sin remisión.

El nombre de la bodega procede de la actividad volcánica, la lava, la piedra líquida, fluida. Según apunta en su página web, «la lava y las cenizas acumuladas desde el terciario han conferido a los vinos nacidos en estas tierras un carácter complejo con sabores frescos y persistentes». «Vinos excepcionales de producción limitada que guardan los secreto desde las profundidades de la Tierra», matiza la marca de vinos. No es poesía, es una realidad que demuestran los premios recibidos y el detalle y el cuidado que aplican a cada uno de los procesos. Todos sus vinos están en la Guía Peñín, recibiendo una puntuación por encima de 90.

Recuperación de viñedos

En Piedra Fluida tienen viñedos repartidos por la isla que suman en total unas 34 hectáreas. Los viñedos para vino blanco están en el sur y son Frontones (1687m sobre el nivel del mar) y Cruz de Tea (1000 metros sobre el nivel del mar). De Frontones sale el vino parcelario Frontones y de la combinación de ambos viñedos, el vino Piedra Fluida Blanco. Frontones es el viñedo más alto de Europa y también el que tiene las viñas más viejas de hasta 100 años.

Sofía Monshouwer, la gerente y directora de la bodega explica que “En Frontones el acceso con maquinaria es muy complicado, el terreno es duro y la filosofía es “dar a la tierra para que la tierra nos devuelva”, por lo que se esfuerzan en hacer todo lo más respetuoso posible con la tierra, siendo esto tanto la naturaleza como las personas que forman nuestra tierra. Utilizan las mulas para tratar la tierra, un servicio que hoy en día es muy difícil de conseguir porque, como en todos estos oficios tradicionales, no hay relevo generacional, y las personas que saben hacerlo caben en una mano”.

Viña de la bodega. E. D.

Otro aspecto que remarca la gerente es que, “Estas viñas son tesoros enológicos, hablamos de cepas de más de 50 años en localizaciones increíbles con condiciones climatológicas perfectas. Son auténticos tesoros que nosotros nos centramos en cuidar y asegurarnos de que vuelvan a rebrotar”.

“Para el vino tinto nos tendríamos que ir al norte”, explica su gerente. “Nuestros viñedos están repartidos en los municipios de Tacoronte, Sauzal y La Orotava. Tenemos que destacar a dos viñedos Ojitos y Vidal, que tienen una calidad excepcional, motivo por el cual realizamos dos vinos parcelarios bajo sus nombres. De la combinación de los viñedos del norte también hacemos Piedra Fluida Listan negro. En todos los viñedos sur y norte el trabajo es manual, realizando una viticultura heroica”.

Monshouwer insiste en que su filosofía es bastante tradicional. “Con la frase dar a la tierra para que la tierra nos devuelva, nos hemos centrado en que los primeros vinos que hemos hecho (Frontones, Vidal, Ojitos, Blanco y ListánNegro) solo hayamos utilizado dos uvas: listán blanco para el blanco y listán negro para el tinto. Los listanes son uvas muy representativas de nuestra tierra, que tienen características que solo se pueden encontrar aquí. Para los futuros vinos nos centraremos también en uvas autóctonas minoritarias”.

Si tenemos en cuenta, como hemos resaltado, que la viña se cultiva y recoge el fruto de forma manual, es importante poner en valor lo que adquiere el consumidor al comprar una botella como estas, saber que se contribuye no solo a una activad económica local, lo que revierte en empleos y mejora del tejido social y empresarial de la zona, sino que se contribuye a mantener un paisaje y unas técnicas casi abandonadas por completo en otras zonas del territorio español y archipielágico.