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Gastronomía

La Bruma destila buen gusto

La cocina de Suso despeja cualquier ecuación, desde la variable de las croquetas; la relatividad del menú degustación o platos que se sirven siguiendo la ley de la gravedad

La Bruma destila buen gustoEl Día

Describe Pedro de Olive en su Diccionario estadístico-administrativo de las Islas Canarias (Barcelona 1865), que el caserío de San Benito se encontraba a 100 metros de La Laguna y lo componían 4 edificios de un piso, uno de dos alturas y una choza, habitada por 5 vecinos, para un total de 29 almas. Por aquel entonces, a finales del siglo XIX, San Benito y La Laguna representaban dos realidades diferenciadas y delimitadas en la trama urbana. Tanto es así que se entendía que llegar hasta la iglesia de La Concepción suponía trasponer los límites y entrar al pueblo. Pero esas desigualdades no eran solo físicas, sino también humanas: los habitantes del pueblo denominaban de forma peyorativa a sus vecinos de San Benito con el mote de peludos.

Como recoge la revista El Baleo (junio-julio 2012), antes de que se construyera la autopista TF-5, San Benito representaba la principal vía de penetración a La Laguna viniendo desde la zona Norte.

Hasta bien entrada la segunda mitad del pasado siglo, en este barrio lagunero convivían edificios de nueva planta –que ya albergaban a recién llegados, profesionales y moradores modernos– con aquellos otros que siempre ejercieron oficios antiguos: artesanos, zapateros, carpinteros, barberos.., y también molinetas dedicadas a elaborar gofio, ventas tradicionales, casas de comida...

La añoranza de toda aquella cultura campesina y ganadera se revive cada año con la procesión del patrón, imagen custodiada en la icónica ermita del siglo XVI, desde donde parte la tradicional romería. Y pese al paso del tiempo, lo cierto es que a día de hoy aún es posible percibir cómo en ese lugar el campo continúa entrando en la ciudad, igual que lo sigue haciendo la bruma, ese ensueño del agua que como llega se esfuma.

Pues con el nombre de La Bruma, Suso y Ligia decidieron abrir las puertas de su restaurante, que no se ha esfumado –el próximo 14 de mayo cumplirá nueve años–. Como pareja, cada uno asume su responsabilidad y sabe complementar los esfuerzos del otro; así han ido caminado y haciendo equilibrios sobre el alambre de la crisis social, la carestía de la vida y el cambio de paradigma del disfrute y del consumo.

El local es coqueto; una terraza adornada con claveles de aire y un interior decorado con gusto: fotografías de retratos en blanco y negro –del artista Esteban González–, imágenes de obras teatrales de los 50, un viejo piano... todo acompañado por un suave fondo musical que suena a manera de recibimiento.

Al científicoAlbert Einstein –fallecido un 18 de abril y queda nombre a la calle donde se domicilia este restaurante– se le atribuye aquella frase que dice: «Un estómago vacío es un mal consejero». Pues bien, las ecuaciones que Suso desarrolla aconsejan despejar cualquier incógnita. La primera variable está en la croqueta, bocado reconocible pero que en manos de este cocinero se convierte en una suma de sensaciones, como esa que interpreta las populares costillas con papas y piña, servida con una pipeta de mojo de cilantro; las gyozas de mejillones y ese picante del kimchi, la col coreana fermentada, o las bravas de la casa, potenciadas por la salsa sriracha.

Lo del menú degustación es pura relatividad; está concebido para compartir entre dos personas, cuatro platos y un postre, pero dejándose llevar por la inspiración de la cocina. El resultado, sabroso.

Otros platos de la carta se sirven siguiendo los principios de la gravedad, como el caso del Pulpo Canto a Galicia, un rejo rebozado sobre una cama de puré de papas, pimentón y la compañía de unos pimientos de Padrón, o también la deliciosa carrilera ibérica.

El capítulo dulce es cosa de Ligia; su ideación del cóctel Margarita también es de nota. 

(La Bruma, calle Albert Einstein, 38; San Benito (La Laguna); de miércoles a sábado, de 13:30 a 16:00 y 19:00 a 22:00 horas y domingo de 13:30 a 16:00 horas; tfno.: 922 63 35 29).

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