Cámara Baja

Feijóo pierde en la votación definitiva de su investidura y se abre el tiempo de Sánchez

El recuento final se retrasa por un error de Junts y termina con 172 votos a favor, 177 en contra y uno nulo

Alberto Núñez Feijóo fracasa en la segunda votación de investidura

Agencia ATLAS / Foto: José Luis Roca

Paloma Esteban

Alberto Núñez Feijóo salió derrotado en la segunda y definitiva votación de su debate de investidura, aunque el recuento se retrasó por el error del diputado de Junts, Eduard Pujol, que terminó siendo nulo. El candidato contó así con con 172 votos a favor y 177 en contra. El líder del PP contó con sus 139 parlamentarios, los 33 de Vox, uno de Coalición Canaria y otro de Unión del Pueblo Navarro. En contra se mantuvieron el PSOE, Sumar, ERC, Junts (excepto el nulo), EH Bildu, PNV y el BNG.

El líder popular termina así una semana clave después de las elecciones generales, que ganó pero de manera insuficiente. No fue capaz de convencer a más diputados. En realidad, casi desde la noche del 23J el PP sabía que era casi imposible cosechar los cuatro votos que le faltaban. Se quedó en la orilla de manera irrevocable. Los esfuerzos estaban puestos en los nacionalistas vascos, que cerraron la puerta desde el primer momento por estar Vox en la ecuación. En el duelo parlamentario con el portavoz, Aitor Esteban, los roces afloraron.

Feijóo aprovechó su última intervención para tratar de retratar por última vez a Pedro Sánchez. Miró al presidente en funciones y preguntó: "Amnistía, ¿sí o no? Yo digo no. ¿Y usted?". Siguió: "Referéndum, ¿sí o no? Yo digo también no". El socialista evitó responder. Tampoco subió a la tribuna porque volvió a delegar en el diputado por Valladolid, Óscar Puente, que fue protagonista desde primera hora de la mañana por un altercado en el AVE camino de Madrid.

En el alegato final, el líder popular se dirigió a la ciudadanía justo antes de cosechar la derrota: "Hoy no le puedo dar un Gobierno, pero sí una seguridad y una esperanza. Lo primero porque vamos a defender los mismos valores que la mayoría de españoles compartimos. Y a esperanza de que más pronto que tarde llegaremos al Gobierno". Ese mensaje lo repitió durante varios momentos esta semana. Y es también la consigna interna: "Paciencia, remataremos", resumía un diputado ya el día de la primera votación.

En el PP dan por "cumplido" el objetivo de esta investidura, que sabían que no saldría adelante, pero que tenía una utilidad política esencial para Feijóo. Ahora se abre el tiempo de Sánchez. Lo previsible es que en los próximos días el Rey abra una nueva ronda de contactos y sea nombrado como candidato el socialista. Los independentistas de Junts y ERC siguen moviendo fichas, ahora exigiendo avanzar en el trabajo de un futuro referéndum, mientras los socialistas catalanes ponen pie en pared: "Así no avanzamos. El marco es la Constitución", zanjó Salvador Illa desde Cataluña.

Puente encadenó reproches al popular, al que acusó de "útilizar a la Corona" para convocar el simulacro de su investidura y el Parlamento "para reforzarse ante los suyos". "Se acabó lo que se daba. Se acabó el verano azul", espetó el parlamentario socialista en referencia al hilo conductor de la campaña electoral del PP.

También Santiago Abascal atacó duramente a Sánchez durante su turno, advirtiendo que “la amnistía es también otra forma de corrupción”. Propuso al socialista “entregar sus votos a Feijóo para salvar a España de Vox” y expulsarlos a ellos. “No lo hará porque usted no cree en nada”, dijo. Confirmó el apoyo de la ultraderecha a Feijóo, pero quiso marcar diferencias: “Cuando se equivoca merece la pena decírselo porque creo que reflexionará. Usted dijo que Bildu hablaba desde la tribuna y era la prueba de la democracia. Yo creo que es la pequeñez de los grandes partidos que han votado siempre en contra de su ilegalización”, zanjó.

Los independentistas catalanes dieron otro portazo al popular. Eso sí, marcando el paso para lo que viene e insistiendo en un futuro referéndum, más allá de la amnistía. Ocurrió con la portavoz de ERC, Teresa Jordà, que terminó su discurso exigiendo que por fin "se voten las condiciones para poder votar". Junts, en la misma linea, de nuevo con Míriam Nogueras en la tribuna: "Votar no es división. Votar es consenso. A Cataluña le toca ser Cataluña", advirtió.

Después del bronco debate que protagonizó Feijóo con la portavoz de EH Bildu, Mertxe Aizpurua, tomó la palabra Oskar Matute por la izquierda abertzale, y subió el tono considerablemente en comparación con su antecesora, reprochándole sus alianzas con Vox: "No han querido poner un cordón sanitario a la extrema derecha y al final el congreso le ha hecho un cordón sanitario a ustedes", afirmó, dando por hecho que "PP y Vox son lo mismo" porque "el orden de los factores no altera el fascismo". La bancada del PP se revolvió. Tras la réplica que dio Feijóo el miércoles, cuando afirmó que "no quería los votos de Bildu, porque esos se los deja a Sánchez", Matute contestó: "No puede rechazar nuestros votos porque jamás los iba a tener".

A esos reproches contra Vox se unió de inmediato el portavoz del PNV, Aitor Esteban. "Nosotros no hemos entrado a negociar con ustedes y hemos sido honestos porque tenemos principios, que coinciden con los valores ueropeos frente al autoritarismo, y que nos impiden estar en la misma ecuación de Vox". Exactamente lo mismo que ya explicó hace dos días antes de la primera votación. No quiso evitar mostrar el malestar que ya se vio también en el primer debate y llamó "arrogante" a Feijóo. "No le conocíamos mucho. Le vamos conociendo. Su discurso fue genérico y contradictorio en lo económico y decepcionante en lo territorial".