Los diplomáticos aplauden las nuevas normas de la carrera pero piden conciliación e igualdad real

La principal asociación de diplomáticos de España (ADE) "valora positivamente" la propuesta de nuevo Reglamento de la Carrera Diplomática que ha presentado el Gobierno. Piden, sin embargo, que se lleven a cabo acciones concretas para la conciliación de la vida familiar y laboral, en una profesión que requiere de continuos cambios de país con la familia al completo; y para la igualdad entre hombres y mujeres, en un mundo en el que las misiones más importantes están ocupadas mayoritariamente por varones. 

Uno de los puntos valorados más positivamente por los representantes de los diplomáticos es el hecho de que el reglamento estipula las condiciones de adjudicación de las jefaturas de misión (embajadas, fundamentalmente). Éstas serán desempeñadas por funcionarios de la Carrera Diplomática, sin perjuicio de que el Gobierno, en el ejercicio de su facultad discrecional, pueda designar para el cargo personas que no formen parte de la Carrera Diplomática. Es lo que en el mundillo se llama un embajador de designación política, y suele ser uno de los puntos de mayor fricción en la carrera.

“Es sin lugar a dudas, un avance en la profesionalización de las jefaturas de misión que se prevea un mecanismo para su designación sometido a los principios de publicidad, transparencia y previsibilidad, en línea con la práctica de otros servicios exteriores”. Piden que se lleven a la práctica estos criterios: “Deseamos que todas las designaciones de jefaturas de misión desempeñadas por funcionarios diplomáticos se atengan a este mecanismo”. En otros países, como Francia, se camina en sentido contrario. Emmanuel Macron tuvo que soportar una inédita huelga de diplomáticos de carrera porque la nueva regulación flexibiliza y diversifica los perfiles destinados a ser embajador, cónsul general o consejero, abriendo la puerta a que lo puedan ejercer empresarios, escritores o funcionarios de Hacienda, por ejemplo. 

El reglamento pone el foco también en otra de las reclamaciones históricas de los diplomáticos: el que se les asigne el siguiente destino con el suficiente tiempo como para poder arreglar los temas familiares, desde la inscripción de los hijos en los colegios del nuevo destino hasta el empleo de la pareja. En ese sentido, la norma pretende adelantar los plazos en la resolución de la provisión de puestos en el exterior. ADE “expresa su satisfacción porque la conciliación entre la vida familiar y la profesional de los integrantes de la Carrera Diplomática tenga cabida en el reglamento”.

Pocas ayudas para escolarización

Sin embargo, la organización pide que lo escrito se ponga en práctica con la activación de otros instrumentos legales que plasmen de forma efectiva los objetivos que enuncia el reglamento en materia de igualdad real y conciliación familiar. Piden, por ejemplo, que se ponga en marcha la “inaplazable actualización de las ayudas de escolarización en el exterior, que llevan más de veinte años congeladas y representan menos de la mitad del gasto medio por alumno en el sistema público de enseñanza”. También, la recuperación del llamado billete de arraigo, de forma que se asegure un viaje anual a España de las familias del Servicio Exterior. 

Piden que se incluya la cobertura sanitaria de los cónyuges o parejas en cualquier supuesto y que los cónyuges o parejas de los funcionarios del Servicio Exterior puedan cotizar al régimen de clases pasivas de manera voluntaria mientras dure su estancia en el exterior. También solicitan que se ayude a los cónyuges o parejas de los funcionarios del Servicio Exterior en la búsqueda de empleo. Asimismo, requieren la creación de una excedencia por reagrupación familiar internacional, la posibilidad de teletrabajar desde el extranjero para todos los funcionarios, aunque sus cónyuges o parejas destinados fuera de España no sean ellos mismos funcionarios. 

[Consulta aquí el Proyecto de Reglamento de la Carrera Diplomática]