España ha superado los 20.000 muertos por coronavirus. El Ministerio de Sanidad informó ayer de 565 nuevos casos en las 24 horas previas, que elevan la cifra letal a 20.043. El cruce de la simbólica barrera, que hasta ahora solo habían franqueado EEUU e Italia, llega en medio del clima de confusión causado por el cambio en la metodología de recuento, que ha abierto un nuevo frente político contra el Gobierno.

El número de nuevos contagios ha sido de 4.499, con lo que se alcanza un total de 191.726 infectados. Cabe precisar que esta variable debe ser tomada aún con mayor precaución que el balance de fallecimientos, ya que la detección de contagios va en función del número de test que se practican, que en la actualidad es el doble que hace dos semanas. Las nuevas altas han sido 3.166, lo que eleva el total de curados a 74.662.

El director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias del ministerio de Sanidad, Fernando Simón, prometió, en su diaria rueda de prensa, que "progresivamente se irá mejorando la calidad de los datos" y pidió a la sociedad que dé "el margen adecuado" a las comunidades autónomas para que vayan remitiéndolos "cada vez mejor".

Simón insistió en que el Gobierno procesa exclusivamente los datos que le transfieren las autonomías y rechazó de plano cualquier manipulación de los mismos. "No nos podemos inventar los datos, si alguien piensa que el Ministerio inventa los datos, me parecería una posición un poco extraña", dijo el político.

Diferencia

La principal diferencia que introduce la nueva cuantificación es que ahora el número de fallecidos del que informan las autoridades autonómicas debe incluir no solo las muertes en hospitales sino también las de geriátricos y domicilios particulares, lo que hace más laborioso el recuento.

La nueva metodología sigue pidiendo casos confirmados, esto es, de pacientes a los que se les ha practicado un test diagnóstico, ya sea PCR (el más fiable) o test rápido de anticuerpos. Las comunidades deberán especificar el test empleado y distinguir entre positivos sintomáticos y asintomáticos.

Simón admitió que no todos los positivos por coronavirus que fallecen lo hacen a causa del Covid-19, pero indicó que se contabilizan "igual" con el objetivo de dar estabilidad a las series de datos. La homologación de los nuevos balances con los antiguos obligará a corregir la serie histórica, cuyos nuevos resultados se darán a conocer "en los próximo días".

En cuanto a los pacientes, fallecidos o no, que presentaban síntomas compatibles con Covid-19, pero no habían sido testados, Simón aseguró que ahora mismo no es importante trabajar con estos casos, aunque sí lo será más adelante, cuando la velocidad de transmisión del virus se haya vuelto lenta y se puedan controlar todos los contactos de cada supuesto caso para romper las cadenas de transmisión.

Respecto al confinamiento, Simón confirmó que las restricciones en vigor se irán relajando poco a poco en las próximas semanas, a medida que se compruebe que la transmisión del virus "está realmente controlada", pero advirtió que "no se pueden eliminar de un día para otro", para no tirar por tierra el esfuerzo que se está haciendo desde que el pasado 15 de marzo se decretó el estado de alarma. El objetivo es tener la seguridad de que el sistema sanitario puede responder a un rebrote, "aunque sea más pequeño", sin llegar a los límites de presión que se han sufrido en las pasadas semanas, apuntó.

A este respecto, en un encuentro telemático mantenido con niños de toda España junto al ministro de Ciencia, Pedro Duque, Simón explicó a un niño gallego que "es muy probable" que el coronavirus vuelva a brotar en invierno, aunque no hay "certeza". En todo caso, consideró que "es muy difícil pensar que vamos a poder eliminarlo y erradicarlo completamente del mundo" en unos meses.