El Papa Francisco ha mandado desde El Vaticano un mensaje de aliento a los palmeros para afrontar la reconstrucción de las zonas afectadas por el volcán de Cumbre Vieja. “Estuve muy cercano a ustedes, y lo sigo estando ahora, en el momento de la erupción del volcán. El que tu casa, tu campito se vayan cubriendo de cenizas y tener que escapar para salvar tu vida debe ser muy duro”, asegura el Sumo Pontífice. “Los sigo acompañando”, añade.

Debe ser muy duro ver que tu casa se cubre de cenizas y tienes que escapar para salvar la vida»

Los animó a “no bajar los brazos” en la reconstrucción, pese a ser “duro”. En palabras del Santo Padre, “una reconstrucción significa siempre dar un paso más adelante, que la derrota no tiene la última palabra y no cansarse de mirar el horizonte. Estoy cerca de ustedes y rezo por ustedes. Recen por mí también. Y quien no reza, que me mande buena onda, que también la necesito”, concluye el Papa.

Los obispos de las diócesis de Tenerife y Canarias, Bernardo Álvarez y José Mazuelos, respectivamente, se encuentran estos días en Roma junto a todos los que conforman las provincias eclesiásticas de Sevilla, Granada y Mérida-Badajoz, en la Visita Ad Limina Apostolorum. El pasado lunes participaron la celebración de la misa presidida por Javier Martínez, Arzobispo de Granada, en el Altar de la Tumba de San Pedro, y visitaron el Pontificio Consejo para la promoción de la Nueva Evangelización, la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica, la Congregación para la Doctrina de la Fe y el Servicio del Desarrollo Humano Integral.

Es la segunda vez que el pontífice recuerda a los afectados por la erupción volcánica

Por otro lado, el martes asistieron a la la misa en la Basílica de San Juan de Letrán, presidida por Monseñor Celso Morga, Arzobispo de Mérida-Badajoz y acudieron a los dicasterios Congregación para los Obispos, la Congregación para el culto divino y la disciplina de los sacramentos y la Secretaría General del Sínodo de los Obispos.

La visita a Roma del obispo de Tenerife se produce en medio de la polémica que generaron sus declaraciones sobre la homosexualidad, a la que calificó como "pecado mortal", y por las que se ha disculpado hoy. "Pido perdón a cuantos haya podido ofender con mis palabras, de manera especial a las personas LGTBI, a quienes expreso mi respeto y consideración", indicó Álvarez.