El proyecto de redacción de la futura residencia de mayores de Los Llanos de Ariadane comienza su proceso de diseño con la idea clara de convertirlo en un espacio único en el país en el concepto de acogida de sus residentes.

Así lo explicó el arquitecto Francisco Burgos, quien destacó que se trata de una idea pionera «que modifica el paradigma de la organización de las residencias de mayores» ya que, como señaló, «todos conocemos las condiciones en las que se desarrollan los últimos días de la vida de una persona», lamentando que «no siempre en los mejores ambientes», por lo que el diseño de esta residencia viene a «lanzar un concepto que se acerca a un espacio de convivencia, más que un espacio hotelero». Burgos reseñó que el proyecto «tiene la fortuna de emplazarse en un lugar extraordinario», y en él se conjugarán el concepto de una vivienda propia y los espacios de convivencia en una escala contralada de pequeños grupos de personas que podrán tener vida en común. Es una propuesta única en el país, de la que dijo «se está empezando a hablar de este modelo», que proviene del norte de Europa, donde existen este tipo de residencias. La idea es que el residente viva en un pequeño apartamento y que disfrute de servicios colectivos, de la compañía de otras personas y pueda recibir a sus familiares en «lugares dignos», dijo el arquitecto.

Por todo ello, la propuesta de la instalación permitirá unas condiciones de vida «que no son comparables con otras residencias», añadió Francisco Burgos, contando también con un centro de día, abierto al público en general, que estará interconectado con el espacio residencial.

La «pequeña aldea», como la calificó el presidente insular, Mariano Hernández Zapata, contará con 168 plazas residenciales y otras 50 de atención diurna, conformando un proyecto que calificó de «ambicioso e innovador».

El proyecto es además la mayor inversión realizada en la historia del Cabildo de La Palma para obtener el documento que guía la construcción de la infraestructura, ascendiendo a un millón de euros, suponiendo la adjudicación de este primer lote un total de 400.000 euros, financiados a cargo del II Plan de Infraestructuras Sociosanitarias.

La residencia tendrá su ubicación en la zona de confluencia entre el Barranco de Cruz de La Paloma con la avenida Eusebio Barreto y el camino de Hermosilla. Contará con servicios comunes, que se situarán de una manera estratégica en el complejo, y junto al acceso principal estarán ubicados los espacios asociados a la recepción, oficinas, atención a familiares y salas polivalentes y de terapia, así como una pequeña cafetería para encuentros entre residentes y visitantes.