La Mesa de la Mujer Rural de La Palma ha vuelto a pronunciarse sobre la controversia generada en los últimos meses referida a los usos turísticos en suelos destinados al sector primario, y más concretamente al viñedo, en el arco noroeste de la Isla Bonita. En este sentido requiere «que no se cierre el debate generado entre las diferentes administraciones.

Esta entidad solicita que se siga «contrastando la información» desde diferentes ámbitos y administraciones públicas, rechazando que este debate sea «zanjado» sin al menos «contar con la opinión experta de muchísimos profesionales que se dedican al estudio, conservación y mantenimiento del ámbito objeto del análisis» reclaman. Por ese motivo consideran desde la Mesa que «el debate acaba de comenzar».

Ya fue este colectivo el que el pasado 25 de enero inició con la publicación de un manifiesto la controversia entre el Cabildo insular y los ayuntamientos de Garafía, Puntagorda y Tijarafe como consecuencia del modelo propuesto de desarrollo para las medianías de esta zona. Respecto al mismo existe la diversidad de opiniones en cuanto a la afección que se realiza, principalmente en zonas tradicionalmente de viñedos, con la proliferación de los usos turísticos del suelo.

De esta manera, la Mesa de la Mujer Rural sale al paso del anuncio realizado por la Consejería de Ordenación del Territorio del Cabildo de La Palma en el que se ponía sobre la mesa la reconsideración de su postura que le mantenía enfrentado a los ayuntamientos de Tijarafe, Garafía y Puntagorda sobre la planificación y usos de ese territorio en las medianías de la zona noroeste de la Isla Bonita.

Atender inquietudes

El consejero insular del área, Gonzalo Pascual, destaca que esta propuesta de trabajo ha nacido con la voluntad de atender la inquietud mostrada por multitud de colectivos ante el futurible efecto negativo que podrían causar sobre el cultivo del viñedo tanto la presión urbanística en el precio del suelo como la escasez de recursos, entre otros factores. Estas circunstancias podrían provocar, según las previsiones, la regresión de la industria vitivinícola, en el marco de la revisión turística que por parte de este departamento se está realizando del Plan Insular.

Este cambio de postura ha acercado a los tres ayuntamientos implicados a una mesa de diálogo para intentar activar las herramientas necesarias para que la conservación y el desarrollo del cultivo de la viña estuvieran garantizados y no se produjeran situaciones que hicieran peligrar el futuro del sector.

En este periodo de enfrentamiento entre administraciones, también se ha dado a conocer un estudio sobre el desarrollo de la viña en la Isla. El informe ha revelado que este cultivo en la zona del noroeste prosigue su expansión con normalidad sin estar afectado por los usos turísticos.

Aun así, la Mesa de la Mujer Rural se muestra favorable al avance de la industria turística en las medianías de la Isla de manera «planificada y bien gestionada». En este sentido, aboga porque se permita que repercuta en la economía local y, además, genere empleo. Muestra su rechazo a cualquier propuesta desarrollista que afecte al paisaje agrario palmero.