La Asociación Iruene La Palma ha denunciado ante la Guardia Civil un nuevo atentado arqueológico registrado en la Isla y producido en el yacimiento de Lomo Muerto, en Puntagorda, dónde de forma premeditada se han destruido irreparablemente un conjunto importante de cazoletas aborígenes.

El pasado jueves, alertados por varios vecinos, miembros de la asociación se personaron en el yacimiento pudiendo comprobar cómo se habían destruido numerosas cazoletas utilizando herramientas de mano para hacer un camino por medio del yacimiento.

De forma inmediata se alertó a la Guardia Civil, personándose una patrulla en el lugar dónde se pudo identificar a tres personas que se encontraban pasando la noche sobre la toba principal de cazoletas, la más importante que existe en la isla de La Palma y una de las mayores de Canarias.

Desde la asociación denunciante lamentan que “el daño causado es muy grave”, dado que la destrucción producida a las cazoletas es irreparable. Por esos motivos, Iruene puso en conocimiento inmediato los hechos a la primera autoridad local, el alcalde Vicente Rodríguez, quien también se personó en el lugar acompañado por miembros de la asociación para comprobar los daños. La denuncia se ha trasladado también al inspector de Patrimonio del Cabildo de La Palma.

El yacimiento arqueológico de Lomo Muerto consta de un importante conjunto de cazoletas, oquedades cóncavas excavadas sobre toba o piedra que practicaban los aborígenes palmeros junto a otras manifestaciones rupestres. El lugar tiene una extensión considerada y está recogido en el Plan General de Ordenación de Puntagorda como Suelo Rústico de Protección Cultural, además de contar con la declaración de Bien de Interés Cultural (BIC) según la Ley de Patrimonio de Canarias.

Tras la denuncia oficial, efectivos del Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil, así como la Policía Local de Puntagorda, han iniciado las actuaciones correspondientes para determinar las causas de este nuevo atentado arqueológico en La Palma y establecer quienes han sido los autores.

Desde la Asociación Iruene La Palma, una vez más, expresan su pesar por el “nuevo atentado contra el patrimonio arqueológico insular”, a la vez que advierten la presión que están sufriendo los innumerables yacimientos que se encuentran en zonas tan sensibles de las medianías y costas de Garafía, Puntagorda y Tijarafe.