El proceso sancionador que recae sobre el Cabildo de La Palma y la empresa pública Tragsa por la destrucción de gran parte de la estación arqueológica de Pinos Gachos, en el noroeste de la Isla, prosigue con la presentación de alegaciones por parte de las entidades propuestas para sanción. En este caso, abierto aún el tiempo para alegaciones, es la Institución palmera la que justifica en el documento remitido a la Dirección General de Patrimonio Cultural del Gobierno de Canarias que advirtió “en cinco ocasiones” a la empresa encargada de realizar los trabajos de reposición de un sendero sobre la existencia del yacimiento arqueológico en la zona.

En las alegaciones se contienen también las justificaciones del proyecto y de los trabajos realizador por parte de la entidad promotora de los trabajos, el Cabildo de La Palma, indicando que se “actuó con un proyecto legal y veló por la protección de los yacimientos que se encontraban en la zona”.

De esta manera, en su descargo, indican que “en cinco ocasiones se realizaron visitas al espacio para mostrar la ubicación de los yacimientos, de manera que se evitara cualquier afección a los mismos”. En estas visitas, además del inspector de Patrimonio del Cabildo, también estuvo presente personal de Medio Ambiente, del Parque Nacional y de la empresa encargada de los trabajos, Tragsa, según esas alegaciones.

Presentadas dentro del plazo previsto por el expediente, tanto el Cabildo como Tragsa tendrán que esperar a que se resuelvan estas alegaciones para conocer la decisión definitiva, enfrentándose a sanciones que pueden alcanzar hasta los 262.500 euros para cada entidad.

En el documento abierto se les señala como constitutivos de infracciones grave y muy grave de las previstas en la Ley 11/2019, de Patrimonio Cultural de Canarias, quedando probado en el informe realizado por la funcionaria encargada del caso que “se han realizado intervenciones que podrían haber dañado bienes arqueológicos protegidos”.

Los hechos denunciados, producidos a principios del mes de octubre de 2020, destruyeron parcialmente la zona de Pinos Gachos, en el borde de la Caldera de Taburiente, que posee hasta ocho conjuntos arqueológicos, preferentemente grabados rupestres, pero también estructuras de amontonamiento de piedras y campamentos pastoriles.

La denuncia surge de Ayuntamiento de Tijarafe, que con fecha de 5 de octubre de 2020 emitió un informe realizado por una técnica municipal en el que da testimonio de que en la reparación del sendero se utilizaron “algunas piedras que presentan grabados rupestres”, y confirmando que esas piedras habían sido extraídas del yacimiento cercano de Pinos Gachos.