La Asociación de Discapacitados Físicos de La Palma (Adfilpa) renuncia al servicio de asesoramiento en las construcciones públicas y privadas que esta entidad prestó en los últimos 15 años a través de un aparejador. Desde la organización señalan al cambio de método en las concesiones de ayudas a las asociaciones que trabajan con colectivos vulnerables por parte del Cabildo insular, que pasarán de ser nominativas a tener una concurrencia competitiva.

A través de un comunicado, la dirección de Adfilpa lamentan que este servicio, “esencial en la vida y el organigrama” de este colectivo, se vea abocado a la desaparición por no contar con el soporte económico necesario que permita mantener al técnico que desempeña la labor. Así, denuncian que “se pierde el apoyo técnico que se le prestaba a socios a la hora de adaptar su hogares o lugares de residencia” y desaparece, además, el soporte del especialista que se le prestaba a empresas o a personas particulares que desearan adaptar sus locales de negocios y sus hogares”.

Igualmente, para la organización es “no menos importante” que desaparezca el control sobre las entidades públicas para el correcto cumplimiento de las leyes de accesibilidad. Con la pérdida de este servicio del aparejador, desde Adfilpa denuncian que “la lucha contra las barreras arquitectónicas queda huérfana, una lucha que aún en nuestros tiempos resulta imprescindible debido a la falta de conciencia y al incumplimiento de la normativa”.