Tal vez no sea un cura normal. Si por esa normalidad apenas se entiende estar de penitencia por la eternidad, con mal cuerpo y cara de que el mundo y los humanos ya no tienen salvación. Quizás sea tan solo un joven como otro cualquiera, al que le gusta el fútbol, conocer gente, acudir al bar del pueblo o disfrutar del paisaje, una personalidad a la que añade un amor a Dios que desborda y una manera de expresarlo y difundirlo que arrolla. Una cosa no se discute: los fieles adoran a Rubén.

El obispo de la Diócesis Nivariense ha decidido que el sacerdote de Barlovento, también de una parte de Garafía, debe regresar a su tierra: León. Los feligreses no comparten la decisión, lo ven como un destierro y no han tardado en sacar las 'uñas'. "Da la sensación de que incomoda el buen hacer, sí, decimos bien, el buen hacer...".

Recogida de firmas, mensajes en las redes, avisos a monseñor Bernardo Álvarez... "Sabemos que se ha equivocado, seguramente mucho. También sabemos que ha pedido perdón. Pero los que vivimos con él, compartimos, queremos y somos sus hermanos, también sabemos con el respeto que trabaja y ofrece (...). Hay muchas formas de ayudar al prójimo, a nosotros nos ayuda tendiendo una mano, ayudando a nuestros hijos a salir de conflictos, a protegerlos y escucharlos. A aconsejarlos". "No somos quiénes para decidir si así debe ser un buen cura o no, pero no cabe duda que así es el cura que queremos", sentencian.

En 2016 se hizo viral una imagen suya, en la que se muestra saltando con unos menores después de una comunión, con gafas de sol y con la elástica del Barcelona por dentro de su camisa negra de sacerdote. La reflexión que hizo a EL DÍA muestra cómo es al natural Rubén: "Llevaba la camiseta de forma casual. Jugaba la final el domingo y la llevaba porque andaba muy justo de tiempo. Iba a ir directamente al bar a ver el partido. Además, coincidió que el escudo quedara ahí en el centro". Reconoció que "quizás la fotografía hubiera sido mejor hacerla fuera de la iglesia".

'Franceses ayer y hoy', una página web de referencia para conocer la historia y costumbres de una parte del norte de La Palma, apoya la recogida de firmas con una frase que lo resume todo: "Si al infierno fueras, al infierno iríamos".