La motocicleta eléctrica de la Policía Local de Santa Cruz de La Palma, la única de sus características que opera en la Isla, tan solo puede ser utilizada por cuatro de los seis motoristas del Cuerpo, ya que el vehículo no dispone de la suficiente potencia para el traslado de los agentes de mayor peso.

En una apuesta por vehículos respetuosos con el medio ambiente, el Ayuntamiento hizo un esfuerzo económico por adquirir una Scutum SO2 Silence 100% eléctrica, por un precio estimado en unos 9.000 euros.

Durante el período de prueba al que fue sometida la motocicleta, los agentes ya informaron a los responsables municipales de que el vehículo tenía una falta evidente de potencia, lo que impedía a dos de sus compañeros poder utilizarla, y que, además, no se adaptaba a la orografía del terreno predominante en la ciudad. Va mejor en llano que en cuesta.

La recomendación fue apostar por motos de gasolina con la potencia suficiente para atender cualquier servicio policial, incluido una posible persecución por carretera que se antoja imposible o al menos poco efectiva con esta eléctrica, y, además, a un precio más asequible, una sugerencia que sin embargo no fue tenida en cuenta.

Otros de los problemas de operatividad con los que se están encontrando los motoristas es que la Scutum SO2 Silence tarda demasiado tiempo para estar recargada, más de medio día, al conectarse a un enchufe convencional.