El nuevo Gobierno de La Laguna quiere que una de las joyas de su patrimonio abandone la Lista Roja

El Palacio de Nava, situado en el mismo centro histórico, es una de las joyas más destacadas del rico patrimonio de La Laguna. El municipio, sin embargo, lleva años en espera de su rehabilitación y aprovechamiento. Rescatar este inmueble, que pese a su enorme valor se encuentra abandonado, es una de las prioridades sobre patrimonio del nuevo Gobierno de La Laguna que acaba de iniciar su andadura después de que el miércoles PSOE y CC sellaran el acuerdo para conformar un equipo con mayoría.

«Instaremos al Gobierno de Canarias a que rehabilite el Palacio de Nava», se lee en el documento que recoge los ejes de la alianza entre socialistas y nacionalistas, titulado Acuerdo de Estabilidad y Progreso para San Cristóbal de La Laguna. De paso, la reforma busca que el edificio, una casona cuya planta original se levantó en 1585, hace ahora cinco siglos, abandone la Lista Roja de Patrimonio en Peligro, creada por la asociación española Hispania Nostra.

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El Palacio de Nava es el único inmueble del municipio lagunero que se encuentra en esta relación. Y en Tenerife solo hay otros ocho: la Casa familiar de Agustín Espinosa, la Hacienda La Gorvorana, Los Molinos de la Hacienda de Los Príncipes, el Elevador de Aguas de Gordejuela (en Los Realejos), el Castillo de San Andrés, el Semáforo de la Atalaya (en Santa Cruz de Tenerife), el Molino de Agua de la Plaza de Las Angustias (Icod) y la Casa Amarilla (Puerto de la Cruz).

Según Hispania Nostra, su estado de conservación deja mucho que desear. «Huerta abandonada, cielos rasos de la planta alta deteriorados y colapsados, patio principal con daños estructurales, corrosiones en los balcones, solado de la planta alta en mal estado y deterioro en la fachada», apunta la ficha del Palacio de Nava. Y eso a pesar de que, como aclara la lista roja, «está considerado un ejemplo insólito de la arquitectura canaria, por la presencia en su fachada de un estilo híbrido, producto del entrecruce del manierismo, barroco y neoclásico».

La asociación añade que lo comenzó a construir Tomás Grimón, regidor de Tenerife, en 1585. Mientras, el cuerpo central de piedra fue ejecutado hacia 1681. Fue sometido a una reforma en 1776 por parte de Tomás de Nava-Grimón y Porlier, quinto marqués de Villanueva del Prado, que cubrió la fachada con cantería azul. Hace ocho años tuvo lugar la última actuación en el palacio. Consistió en la reparación e impermeabilización de las cubiertas y la demolición de cuerpos añadidos en el patio trasero.

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Aquellas obras solo fueron una tirita en una herida grave que mantiene cerrado a cal y canto el edificio. Pero el Palacio de Nava no solo es un ejemplo emblemático de la arquitectura canaria, sino que además posee «la escalera más bella de Canarias», según los expertos de Hispania Nostra. Esa escalera de tres tramos está hecha con mármol de Carrara y posee un artesonado «no frecuente en una obra civil». «La mezcla de estilos arquitectónicos le confiere un carácter híbrido y ecléctico. El inmueble albergó la famosa Tertulia de Nava, núcleo de intelectuales que gozó de gran influencia en el período de la Ilustración. Ha estado cerrado durante 32 años», concluye el colectivo.

Pero hay más retos en el rico acervo arquitectónico lagunero, que convirtió al casco histórico en Patrimonio de la Humanidad, que debe abordar el equipo de Luis Yeray Gutiérrez. Estos son los otros desafíos, que no aparecen en el documento del pacto, pero que deberán afrontar los 14 integrantes del nuevo Gobierno lagunero:

Ruinas de San Agustín. Están pendientes de desarrollo las obras de recuperación de las ruinas de San Agustín. El antiguo templo, que sucumbió a un incendio en 1964, encadena desde entonces toda clase de contratiempos que lo han mantenido sumido en un letargo de más de medio siglo. Las obras ya estaban adjudicadas y habían comenzado con los preparativos pero surgió el enésimo problema: la ralentización de los trabajos debido a la subida de precios en la construcción, lo que ha obligado a modificar el proyecto. En 2016, La Laguna adjudica a SIC Arquitectura y Urbanismo la modificación del proyecto que había realizado Estudio FAM para la consolidación de las ruinas de San Agustín, con el fin adecuarlo a la normativa actual que permita el acceso de personas al interior de este recinto del casco. No ha habido avances.

Portada de la Casa del Corregidor. La restauración de la portada de la Casa del Corregidor, uno de los inmuebles que integran las dependencias centrales del Ayuntamiento de La Laguna, sufrió un nuevo retraso el pasado mes de abril. El motivo está en cambios de procedimiento previos a los trabajos de restauración. Este elemento arquitectónico de gran valor patrimonial permanece desde 2017 sin solución, bajo un recubrimiento de madera y una lona.

El antiguo convento de Santo Domingo. El antiguo convento de Santo Domingo, otro inmueble de gran valor del casco histórico de La Laguna, tiene una nueva oportunidad para completar su reforma. Al espacio, que está parcialmente restaurado desde hace años, se le resiste el tramo final de los trabajos. Los tres millones de euros que anunció en 2022 el Estado parecían la solución definitiva al largo tiempo de imprevistos, demoras y acuerdos de los que nada más se supo. Pero no se ha sabido más de esta partido y no ha habido avances en la rehabilitación integral.

Del siglo XVI, constituye uno de los hitos patrimoniales de La Laguna, como fundación de la orden dominica, como centro educativo y, más tarde, como seminario. A lo largo de su historia, han sido múltiples las funciones del edificio: convento e iglesia, centro educativo, colegio de internos, primera estación meteorológica y primera biblioteca provincial. Durante la Guerra Civil fue cárcel y después comedor social. En 1986, la iglesia se declara monumento histórico-artístico de interés. El inmueble en su totalidad (iglesia y convento) y su entorno se declaran Bien de Interés Cultural en 2008. Hoy acoge actos culturales.