El consejero de Transición Ecológica, Lucha contra el Cambio Climático y Planificación Territorial del Gobierno de Canarias, José Antonio Valbuena (PSOE), se unió ayer al alcalde de La Laguna, el también socialista Luis Yeray Gutiérrez, en el rechazo al plan de los charcos en el que trabaja la Consejería de Turismo regional. «Hay muchas actuaciones que va a ser imposible poder acometer», sostuvo Valbuena. «La cultura del charco en Canarias no es lo mismo que la de las playas», afirmó con rotundidad y junto a otros argumentos en contra de un proyecto planteado desde el mismo ejecutivo del que él forma parte.

Las declaraciones del titular de Transición Ecológica se produjeron durante una visita con Gutiérrez al litoral de la Punta del Hidalgo. Estaban allí, como precisaría el regidor local en sus primeras palabras ante los medios de comunicación, por la «algarabía» generada por el plan de los charcos y su afección en el municipio. Prueba del impacto del asunto era la amplia comitiva del Consistorio que se desplazó este miércoles hasta la costa puntera, en la que participaban el primer teniente de alcalde, Rubens Ascanio; la concejala de Playas y Piscinas, Cristina Ledesma; el responsable de Medio Ambiente, José Luis Hernández, y Venancio Herrera, otrora concejal y uno de los grandes conocedores de la Comarca Nordeste en el Ayuntamiento lagunero.

«La oferta turística que tiene Canarias es muy variada y vinculada con la naturaleza, pero hemos de ser muy conscientes de que la naturaleza tiene una capacidad de carga que no es la de una zona urbana», expresó José Antonio Valbuena, que remarcó que «los espacios naturales son naturales y no están preparados para un uso intensivo». Y prosiguió: «Hay que ser muy cuidadosos con los usos que se le dan a ese tipo de espacios». Además, se detuvo en que el plan director de charcos es «un borrador» y que el estudio se ha centrado en «ciento y pico» de los más de 400 enclaves de ese tipo que existen en Canarias. «Ahora nosotros tenemos que hacer el análisis desde el punto de vista ambiental», completó.

El consejero disoció el turismo de los charcos de la modalidad de sol y playa. «El charco no es una cultura de cubo y rastrillo para hacer castillos, sino de tubo y gafas para ver la riqueza que existe dentro de ellos. Y, sobre todo, son charcos que en algunos casos son vírgenes totalmente y hay que mantenerlos como tal», abundó. «El uso sostenible no es compatible con hacer accesos rodados para poder facilitar la llegada. Hay charcos a los que accedes después de una hora de caminata. Por lo tanto, y desde ese punto de vista, vamos a hacer esa valoración ambiental y prácticamente se limitarán las acciones a aquellos charcos que ya tienen algún tipo de actuación», aseveró, y puso los ejemplos de la Furnia Grande y la Furnia Chica, en La Punta, donde ya existe una escalera y contaban con una pasarela de hormigón.

Apuesta por mantener

Circunstancia diferente es la de los charcos sin antropización. «Evidentemente, hay muchas actuaciones que no se van a poder acometer, porque, insisto, en el producto de los charcos, igual que ocurre en otros espacios en los montes, hay que velar por el mantenimiento», destacó. «Hay charcos de intensidad baja y media que tienen que seguir en baja y media. Si es posible, los de intensidad media deben pasar a baja», opinó el político socialista, que ahondó en el caso de La Punta: «En ese borrador, las actuaciones que tienen planteadas aquí, en el paseo de San Juanito, en los charcos que están más allá de los de las Furnias, serán imposibles de poderse acometer». ¿Los motivos? Que se ha impedido el acceso rodado, la imposibilidad de instalar tablados peatonales por la fuerza del mar y el efecto que se generaría en el ecosistema.

Tras la nota de prensa enviada el pasado sábado oponiéndose a las intenciones de la Consejería de Turismo, Luis Yeray Gutiérrez insistió ayer en los mismos postulados. «El posicionamiento del equipo de gobierno es claro: los charcos de La Punta, igual que los de Valle de Guerra y Jóver, se mantendrán en su estado natural. Nosotros lo que queremos es buscar la mejor adecuación de ellos para que puedan ser usados por las familias y por cualquier visitante, pero en ningún caso llamar a un turismo de masas», mantuvo, antes de engarzar con la actuación que él y José Antonio Valbuena anunciaron en vísperas del confinamiento, a inicios de marzo del pasado año. Dijo Gutiérrez que el objetivo del municipio es proteger los entornos naturales, y ejemplificó recurriendo a esa acción que llegó casi de la mano del estado de alarma: el camino La Costa, por el que discurre el Sendero Azul, fue cerrado a los vehículos. «Lo que tenemos que trasladar a la ciudadanía es que los charcos de La Laguna en ningún caso van a ser alterados; todo lo contrario: se van a mejorar estos entornos», remachó.

Acciones en el camino La Costa

José Antonio Valbuena también se mostró satisfecho con los avances en el citado sendero. «Es único en Tenerife y de los pocos que tenemos en Canarias con valores tan importantes», ensalzó, antes de apostar por realizar allí una labor divulgativa. Por su parte, el alcalde indicó que se trabaja en la adecuación del sitio y en la búsqueda de «bolsas de aparcamiento». Y precisó: «Sabemos perfectamente que en los entornos más cercanos hay predisposición por parte de los propietarios a ceder esas bolsas al Ayuntamiento, y estamos trabajando conjuntamente con las diferentes áreas del Consistorio para poder adquirir esos espacios». El proyecto que se pretende en el lugar es más amplio. «Queremos también llevar a cabo zonas de práctica deportiva, respetando muchísimo, evidentemente, este entorno natural», avanzó, y manifestó que lo que buscan es «ganar este entorno para la ciudadanía».