Las cafeterías de los parques de La Vega y La Constitución, ambas de titularidad del Ayuntamiento de La Laguna, nunca fueron un lugar imprescindible de la ciudad. Sus clientes solían ser padres que tomaban algo mientras sus hijos jugaban o laguneros que salían a caminar y hacían allí una parada. Su fama, sin embargo, ha ido creciendo después de cerradas, a medida que pasaban los años sin una solución, se anunciaban fórmulas para resolver su problema que nunca acababan de cristalizar y, paralelamente, se convertían en blanco de pintadas y otros actos vandálicos. Cuatro años y medio después, ahora sí, el remedio definitivo parece estar próximo.

El concejal de Hacienda y Asuntos Económicos, Alejandro Marrero, precisó que ya están culminados los pliegos para sacar a licitación esa actividad, e indicó que lo único que faltaba en las últimas fechas era un informe del Colegio de Economistas. Ese documento, que se demoró más de lo previsto por la pandemia, lo recibieron finalmente el 2 de junio.

"En su momento se hizo la tasación del coste de las obras de acondicionamiento de las dos cafeterías", contextualizó Marrero sobre la reparación de los desperfectos sufridos. De ahí salieron importes de 40.228 euros en el caso del parque Pedro González -más conocido como parque de La Vega - y de 21.005 euros para La Constitución. "Para reforzar el proyecto, y que no sea un análisis por encima, hemos solicitado al Colegio de Economistas de Tenerife un informe sobre cuál será la rentabilidad de estos establecimientos para, así, calcular un período de carencia de pago en cuanto al canon", puntualizó.

Concretamente, en torno a ese pago se articulará una fórmula para que el consistorio no tenga que sufragar el arreglo. La intención es que el coste de las obras lo inviertan los adjudicatarios y, a cambio, el Ayuntamiento no les cobrará el canon durante un período de tiempo. "El consistorio no tendría que hacer ninguna inversión, sino simplemente sería darle la llave a estas personas que resulten ganadoras de la licitación y que se pongan a trabajar", afirmó Marrero. Además, el edil confió en que antes de final de año estos locales estén, "como mínimo, reformándose".

Estos anuncios del concejal llegaron al ser preguntado tras las quejas de la Asociación de Vecinos Casco Histórico. "Lo que a nosotros nos interesa es que estas instalaciones tengan actividad, lo que al mismo tiempo será disuasorio para esas personas que quieran ir a hacer pintadas o un mal uso de los espacios públicos", señaló. Y abundó: "Habrá un doble beneficio: tenemos a laguneros trabajando, porque son puestos de trabajo que se generan, y contamos con esos espacios públicos acondicionados y mantenidos de una manera óptima sin coste alguno para la Administración".

Más de cuatro años cerradas

El cierre de estas cafeterías se produjo a inicios de 2016 y, a partir de entonces, se fueron sucediendo previsiones que no se cumplían. "Yo de atrás no puedo hablar; lo que nos hemos encontrado al llegar son unas instalaciones que estaban cerradas y deterioradas", dijo Marrero a ese respecto.

En aquel entonces, se barajó la posibilidad de sacar conjuntamente a licitación la cafetería de las piscinas de Bajamar, lo que al final no ocurrirá. "Estamos pendientes de que Costas nos autorice una nueva concesión o una ampliación de la concesión del espacio", aclaró el socialista, antes de agregar que la propiedad no es municipal y la que la concesión al consistorio vence en 2022. "No queremos sacar unos pliegos y un concurso que valga nada más que para un año, además de que nadie va a arriesgarse a una inversión en esas circunstancias", planteó.