Eran las 19:31 horas, o lo que era lo mismo, la mitad del acto de recogida de alimentos impulsada por el director de Mírame TV, Manuel Artiles, cuando se anunciaba por los altavoces de la plaza del Adelantado de La Laguna que el objetivo de conseguir ayuda para 25.000 canarios en situación de vulnerabilidad se había logrado, un momento en el que los aplausos se impusieron no ya solo en la histórica plaza, sino a lo largo de la calle Santo Domingo, viario por donde transcurría en esos momentos la cabalgata.

Ese reto posibilitará que unas 8.500 familias, el otro cálculo global que se puede hacer de los beneficiarios, puedan tener un trozo de Navidad en sus casas, en sus cocinas, olores que marcan la normalidad ante un problema serio y de gran magnitud.

Ahí estará el trabajo del Banco de Alimentos, el receptor intermediario de toda la ayuda de instituciones, entidades, voluntarios, empresas y personas anónimas que han arrimado el hombro para que todo saliera como estaba previsto.

Y eso lo ha conseguido el Telemaratón Solidario de Aguere gracias a una ciudad volcada y responsable, unos municipios de la Isla comprometidos con la causa y una Canarias unida para que La Laguna sumara otro título a su extensa historia: la de Patrimonio de la Solidaridad de Canarias.

Se produjo ante testigos de gran importancia, ya que ha sido el acto solidario más mediático de los que se han realizado en el Archipiélago, potencia que se le ha dado desde las transmisiones de TVE y su Canal Internacional, la apuesta de la Televisión Canaria, la propia Mírame TV, las conexiones radiofónicas de cadenas locales y nacionales y la importancia de los medios digitales, entre otros sistemas de redes.

Un exitazo que se vaticinó a la hora prevista de comienzo, las 17:00 horas, con una cabalgata liderada por una comitiva de la Policía Local lagunera con sus luces y sirenas a tope que paró a la altura de la rampa dispuesta en la plaza del Adelantado, la que daba acceso al escenario.

Allí, agentes con traje de época organizaron la primera descarga de alimentos no perecederos junto a los voluntarios de Protección Civil en una cadena humana praparada para colocarlos en las primeras celdas del pavimento, mientras que una espectacular batucada colapsó la música de ambiente que sonaba por los altavoces. Impresionante.

Era el presagio de la llegada del paje de los Reyes Magos en su coche oficial, bien escoltado por los ayudantes de Papá Noel, que con sus motos, acelerones y pitas dejaban muy claro que no se querían perder la oportunidad de compartir el trabajo con los reyes para poder recibir las cartas y los regalos que los niños, y no tan niños, depositaban en un lateral.

A partir de aquí se sucedieron las historias de una caravana en la que participaron, según la organización, unas 10.000 personas cargadas de solidaridad con bolsas en mano. Grupos de música folclórica, los personajes de Marvel, de dibujos animados, protagonistas de series de televisión, grupos deportivos, sociales, clubes de coches y camiones cargados de alimentos de empresas comprometidas, entre otros, estuvieron presentes en el momento que tenían que estar.

Especialmente llamó la atención la presencia de un camión con alimentos del Ejército del Regimiento de Artillería de Campaña Número 93 (Raca 93). Los aplausos de los presentes hicieron grande su llegada y sus soldados desbordaron por momentos a los miembros de Protección Civil a la hora de las labores de descarga del vehículo con cientos de productos.

Fue el momento en el que la organización pidió a los presentes voluntarios para poder recoger todos los alimentos que la solidaridad había conseguido al término del evento.

Al mismo nivel estuvo el reconocimiento público que recibió la Unidad Militar de Emergencia (UME) cuando sus miembros fueron los protagonistas de un instante en el que se puso en valor un trabajo siempre bien reconocido en la extinción de incendios, especialmente el desarrollado este verano en Gran Canaria.

Ya cumplida la teórica hora de finalización del Telemaratón, los vecinos seguían donando alimentos. Cualquier ayuda, por muy pequeña que fuera, fue muy bien recibida. Compartir es vivir y eso sucedió ayer.

Un diez para la organización, pero igual puntuación se llevaron todos los que colaboraron, desde los voluntarios, pasando por las ONG o las empresas, hasta los ciudadanos anónimos comprometidos.