La Gomera

La Virgen de Guadalupe se embarca en el día grande de las Fiestas Lustrales

Más de 100 extras se convirtieron en silbadores, marineros y aborígenes para escenificar la aparición marítima de la patrona

Imagen de archivo de una embarcación de la Virgen de Guadalupe.

Imagen de archivo de una embarcación de la Virgen de Guadalupe. / El Día

El Día

El Día

La Virgen de Guadalupe se embarcará hoy en el día grande de las Fiestas Lustrales, que estuvo precedido anoche por la escenificación de la aparición de la patrona en las costas, con más de 100 extras que se convirtieron en silbadores, marineros y aborígenes.

A la Virgen de Guadalupe se le venera desde el siglo XVI cuando los tripulantes de un navío de camino a América paró en la isla. Cuentan las historias que los navegantes vieron luces en una cueva y, atraídos por ella, llegaron a la imagen de la Virgen María con su hijo. Fue entonces cuando intentaron trasladarla en barco y, en ese momento, vieron en el cielo movimientos inusuales de una bandada de palomas. Las aves recorrían sin cesar el recorrido entre el barco y la cueva, sin parar. Los tripulantes entendieron que el deseo de la virgen era quedarse en la cueva y allí la dejaron, cumpliendo su deseo.

Cuando arribaron a San Sebastián de La Gomera, advirtieron del hallazgo a las autoridades del lugar. Con el tiempo la cueva situada en Puntallana se convirtió en lugar de peregrinación y sobre ella se construyó la ermita de la Virgen de Guadalupe.

Desde 1872 se celebra la Bajada de la Virgen de Guadalupe desde su santuario de Puntallana a la capital de La Gomera. Cuenta la historia que ya en 1868, tras años de pandemias y mucha sequía, se había solicitado a la Diócesis la celebración de este traslado de la Virgen. Tras varias negativas, fue en 1872 cuando se permitió llevarla a la capital el lunes siguiente al primer domingo de octubre. Justo ese lunes comienza La Bajada.

Y en el año 1943, para celebrar el 401 aniversario de la ermita de Puntallana, se realizó una nueva edición de las Fiestas Lustrales. Desde ese año, la Bajada se celebra cada 5 años, es decir, cada lustro.

La de la Virgen de Guadalupe es la única bajada en Canarias, en la que la talla se traslada desde su santuario a la capital de la isla por mar. Después de visitar todos los municipios de la isla regresa a su ermita. El regreso coincide con el día de la onomástica de esta advocación, el 12 de diciembre.