Racismo

Los ataques contra la comunidad tayika en Rusia se disparan tras los atentados de Moscú

Muchos centroasiáticos quieren abandonar el país euroasiático por miedo a un aumento de la xenofobia, algo que sería perjudicial tanto para Rusia como para Tayikistán

Los ataques contra la comunidad tayika en Rusia se disparan tras los atentados de Moscú

Los ataques contra la comunidad tayika en Rusia se disparan tras los atentados de Moscú / EFE

Àlex Bustos

Tras los atentados del Crocus City Hall del pasado 22 de marzo, Rusia se fijó en la nacionalidad de los terroristas, que eran de Tayikistán. Durante años al país euroasiático han ido llegando inmigrantes tanto de este como de otras repúblicas que formaron parte de la Unión Soviética, especialmente de Asia Central y el Cáucaso, muchos de ellos para hacer aquellos trabajos mal pagados que los rusos no quieren hacer, como 'riders', taxistas o albañiles. La situación de dichos inmigrantes no era boyante en los últimos años, pero desde el ataque terrorista en el centro comercial moscovita ha ido a peor dentro de las fronteras rusas, ya que han aumentado los ataques, detenciones y presiones contra ellos.

Desde el Ministerio del Interior ruso se informó a principios de abril que la nueva regulación para los migrantes establecerá controles más estrictos, como la obligación de dar las huellas dactilares a su llegada, la reducción de su estancia sin visado y la autorización de deportar a un extranjero sin orden judicial, algo que se suma a otras presiones como los análisis médicos obligatorios anuales. Estos controles, que buscan enfermedades infecciosas, consumo de drogas y problemas mentales, suelen ser un problema para los migrantes más por su precio, ya que deben ser pagados por los propios afectados de su bolsillo, que por sus requisitos. La policía también presionó a la comunidad centroasiática y semanas después del ataque detuvo a docenas de migrantes de Asia Central. Uno de ellos, citado por Radio Free Europe --tildado de organización indeseable por las autoridades rusas-- explica que la policía le arrestó en una operación en que detuvieron tanto a uzbekos como tayikos, aunque solo estos últimos recibieron golpes de porra de los agentes.

Discurso oficial

Más allá del discurso oficial, en las calles de Moscú ha aumentado la hostilidad hacia los originarios de los 'stanes' de Asia Central, tal y como se conoce en el argot a las repúblicas exsoviéticas de Asia Central. Según un informe de la oenegé Human Rights Watch --expulsada en 2022 de Rusia por las autoridades-- , "migrantes de Asia Central y otra gente de apariencia no eslava sufren un aumento notable de la tensión étnica y ataques en Rusia". Meduza --reconocido como agente extranjero por las autoridades rusas-- asegura que en los días posteriores al atentado hubo usuarios de aplicaciones de taxi que cancelaban sus pedidos si el conductor era tayiko o asiático. Otros conductores se vieron obligados a anular viajes al ser retenidos por la policía cuando iban a buscar a un cliente, ya que desde los atentados se han intensificado los controles de carretera en arterias importantes de la capital rusa. Otros miembros de la comunidad tayika denuncian amenazas y manifestaron tener miedo en las últimas semanas. Tal y como explica la agencia de noticias rusa Ria Novosti, una barbería donde había trabajado anteriormente uno de los detenidos tras el atentado recibió amenazas anónimas que hablaban de quemar el local y exigían a los trabajadores que dejaran Rusia. Es por este clima enrarecido que representantes de la comunidad tayika en Rusia recomendaron durante unos días a sus compatriotas no salir por la noche si no era estrictamente necesario.

Un taxista de Tayikistán, Samandar, asegura que aunque lleva toda su vida viviendo en Moscú siempre será tayiko. "Ojalá fuera ruso, todo me sería mucho más fácil", añade. Después de vivir la mayor parte de su vida en Rusia, se plantea regresar a su país, especialmente después de que la situación haya empeorado, aunque tiene dudas. "Conocidos que están allí me cuentan que ahora todo está mejor que cuando me fui, pero no sé si creérmelo del todo", explica, ya que Tayikistán todavía depende mucho de las remesas que llegan de Rusia. Según datos del Banco Mundial, en 2022 supusieron un 50% del PIB. Sobre si tiene miedo a ser deportado, hace una mueca que indica que prefiere no hablar del tema. El Ministerio de Trabajo de su país asegura que está recibiendo muchas llamadas de ciudadanos que quieren regresar. Según palabras del viceministro de Trabajo Shajnoza Nodiri, citado por la agencia rusa TASS, "hay miedo entre los tayikos, muchos quieren irse". Él mismo señala que ha aumentado el número de quejas sobre discriminación en la búsqueda de pisos.

Incluso antes del atentado, los centroasiáticos se topaban a menudo con el rechazo de los propietarios de pisos. En el momento de escritura de este artículo hay al menos 5.000 anuncios en la web de Cian, uno de los portales inmobiliarios más importantes de todo el país, que llevan la etiqueta "solo eslavos", que impide que migrantes de Asia Central y el Cáucaso puedan alquilar, algo que se escribe junto a otros apuntes como "hay aire acondicionado" o "prohibido mascotas". Esta práctica en teoría está prohibida por la legalidad rusa, pero no siempre se persigue.

Paradójicamente, aunque no se les da muchas facilidades para el día a día, se les anima activamente, incluso con presiones y engaños, para que luchen en la guerra contra Ucrania. Hay rusos de origen centroasiático que han sufrido presiones para que se enrolaran en las Fuerzas Armadas rusas, a los que se les amenazó con quitarles la nacionalidad rusa a ellos y a sus familias si el cabeza de familia no aceptaba las condiciones. En centros de migración como el de Sajarovo, a las afueras de Moscú, algunos activistas denunciaron que entre los documentos que los migrantes deben firmar se les metían también contratos con el Ejército ruso y algunos de ellos acabaron en el frente por error.