Guerra en Ucrania

Nazis por doquier para justificar la ofensiva en Ucrania

El Kremlin, conocedor del dogma que supone el recuerdo de la hazaña bélica, ha intentado establecer paralelismos entre la ofensiva actual en Ucrania y la Gran Guerra Patriótica, como se suele llamar a la Segunda Guerra Mundial

La plaza Lubianka, y la sede en Moscú del Servicio Federal de Seguridad (FSB), engalanadas antes de la celebración del Día de la Victoria.

La plaza Lubianka, y la sede en Moscú del Servicio Federal de Seguridad (FSB), engalanadas antes de la celebración del Día de la Victoria. / Reuters

Àlex Bustos

Incluso en momentos difíciles como el actual, no se cuestiona la importancia del 9 de mayo. Si se pregunta a un ruso de a pie si debería dejar de celebrarse este día, puede haber muecas de confusión, desagrado o de enfado, pero será complicado encontrar a alguien que asienta. El sacrificio de más de 20 millones de ciudadanos soviéticos fue algo que marcó a los rusos, especialmente a todos aquellos que vivían en el oeste del país, donde la Alemania nazi llegó a controlar parte del territorio, además de bombardear, destrozar infraestructura y matar tanto a civiles como militares.

Con esa herida colectiva en la memoria –muchos rusos perdieron a algún antepasado en esa época –conmemorar el sacrificio de esta gente es importante para los rusos. El Kremlin, conocedor del dogma que supone el recuerdo de la hazaña bélica, ha intentado establecer paralelismos entre la ofensiva actual en Ucrania y la Gran Guerra Patriótica, como se suele llamar a la Segunda Guerra Mundial en Rusia y en algunos países que formaron parte de la Unión Soviética. Es por ello que en obituarios de soldados fallecidos en el frente de Bajmut, Mariupol o Jersón se les compare con aquellos que desafiaron al monstruo nazi, tildándolos en ambos casos de "héroes".

Simbología y léxico

Incluso antes de luchar formalmente contra Ucrania, Moscú ya empezó a usar el “antifascismo” para justificar la guerra del Donbás, el precedente a la ofensiva actual. Desde 2014, las milicias y guerrillas prorrusas del este de Ucrania lucharon contra el Ejército regular ucraniano, usando repetidamente simbología y léxico de la Segunda Guerra Mundial, algo que atrajo la atención de algunos voluntarios extranjeros que formaron las nuevas "Brigadas Internacionalistas".

Militantes comunistas y socialistas, principalmente de Europa y Latinoamérica, llegaron a Ucrania por el reclamo de "frenar el fascismo una vez más" para luchar junto a grupos paramilitares de diferente índole, incluso llegando a luchar junto a guerrilleros de extrema derecha como es el caso de Chetniks serbios - acusados de crímenes de guerra en los conflictos de los Balcanes-, voluntarios del Ejército Ruso Ortodoxo - grupo tildado de fundamentalista religioso y acusado de asesinar y secuestrar a cristianos de otras ramas - o miembros del Partido Nacional Bolchevique. Esta formación mezcla preceptos del nazismo alemán con teoría marxista, una extraña unión que está prohibida en Rusia.

Luchando contra "los nazis"

Conocedor del estigma que supone llamar “nazi” a un país o un Gobierno en la actualidad, especialmente a ojos de los rusos, Ucrania lleva años estigmatizada como tal, siendo el punto álgido de semejante comparación el 24 de febrero de 2022, cuando Vladímir Putin anunció la "operación militar especial" para "desnazificar" el país. Previamente, en especial desde 2014, Moscú se ha preocupado de maximizar la importancia de grupos de extrema derecha como Praviy Sektor o el Batallón Azov en Ucrania.

Desde los canales estatales o en boca de representantes del poder ruso, se ha tildado de nazi a cualquiera percibido como "hostil", incluso señalando personalmente. Es por ejemplo el caso de Putin, el presidente ruso, que apuntó que Josep Borell, alto representante de la Unión Europea , en los años 30 se habría alzado junto a los militares franquistas.

Ucrania está recibiendo el apoyo explícito tanto de EEUU como de la mayoría de países de la UE, algo que no ha pasado desapercibido por el oficialismo ruso. Desde el estatal Pervy Kanal, uno de los principales altavoces del putinismo, el propagandista Dmitri Kisiliov, apuntó que Europa apoya a Kiev como venganza a guerras y batallas que perdió contra Rusia, entre las cuáles cita la de Stalingrado, la derrota que resquebrajó la máquina de guerra nazi.

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