El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, fue alertado en 2007 de la existencia de vínculos de su ministro de Defensa, Henry Rangel Silva, con el narcotráfico y con las FARC, según un documento interno en poder del diario El Nuevo Herald.

El documento, con fecha del 10 de enero de 2007, indica que "existen suficientes elementos que vinculan de manera directa a Henry de Jesús Rangel Silva con la investigación y juicio seguido por la Fiscalía 7 y 22 del Estado Lara a cuatro oficiales y un empleado civil".

Posteriormente, el Ejército venezolano solicitó a Chávez que abriera una investigación y una auditoría a Rangel, y que se le suspendiera "actividades laborales" hasta que se aclarara toda la situación.

Un año después de aquel comunicado interno, el Departamento del Tesoro de EEUU ordenó el congelamiento de las cuentas bancarias o bienes de Rangel en ese país, por sus presuntos vínculos con las FARC y por realizar presuntas actividades de narcotráfico.

Sin embargo, Chávez hizo caso omiso de estas sugerencias y de la información que apareció en los medios, y por el contrario, estrechó sus relaciones con Rangel, a quien nombró hace diez días ministro de Defensa, a pesar de conocerse los supuestos nexos de este con las FARC, desvelados en los correos electrónicos en los ordenadores del fallecido jefe guerrillero "Raúl Reyes".

"Gran amigo de Timo"

Estos correos establecen que Rangel Silva mantenía una estrecha relación con líderes de las FARC, calificada como narcoterrorista por la justicia estadounidense. Entre estos líderes se encuentra el actual jefe máximo de las FARC, Jorge Londoño, conocido en la organización como "Timochenko", o "Timo".

En uno de los correos electrónicos, Rangel Silva es descrito como un "gran amigo de Timo a quien quiere visitar después del 2 de diciembre". En otro de los correos Timochenko informó sobre una reunión que sostuvo con Rangel Silva durante la cual éste les asesoraba, en calidad de cercano colaborador de Chávez, sobre cómo mejorar las entonces deterioradas relaciones entre las FARC y el mandatario.

Chávez siguió con la defensa del ahora ministro, quien hace unos días fue condecorado por el Gobierno por su lucha contra las drogas.

El ministro del Interior, Tareck el Aissami, aseguró que "quienes hoy acusan con infamia a Rangel son precisamente los voceros de los carteles del narcotráfico y cómplices del fracaso de las políticas antidrogas de Venezuela".