Toros en Icod, toros en Icod"... Uno de aquellos pregoneros profesionales de finales del siglo XIX y principios del XX -oficio ya extinguido, salvo su derivación en los charlatanes de feria- hubiera disfrutado al anunciar así, para las cinco de la tarde (hora torera donde las haya) del pasado domingo la gran corrida en la plaza del barrio de El Amparo, en Icod de los Vinos.

La plaza del barrio se convirtió en un improvisado recinto taurino con el humor y la risa como protagonistas. Durante un rato, vecinos y visitantes disfrutaron de una recreación de la llamada fiesta de la "tora". En la comarca Noroeste de Tenerife durante el siglo XVII eran frecuentes estas corridas reales con vaquillas o toros. Esta vez los "morlacos" eran especiales: dos personas dentro del disfraz de toro para intentar coger al torero.

Por otra parte, el día anterior, sábado, cientos de icodenses acudieron a su cita con la Virgen del Amparo en la XIII Subida en Romería. Numerosos vecinos que volvieron a bailar el Tajaraste, una de las danzas más antiguas de toda Canarias.