Promociones Amojo, sociedad propietaria de los terrenos de la antigua fábrica de Celgán, en el barrio de Tío Pino, señaló ayer que hace ya seis años que solicitó al Ayuntamiento de Santa Cruz el derribo de dichas instalaciones debido a su estado.

Fuentes próximas a la gerencia de esta empresa, que en la actualidad pretende vender la parcela, cuya superficie es de 6.003 metros cuadrados, indicaron que en marzo de dicho año, y por escrito, se dirigieron a Urbanismo, previo a la solicitud formal, solicitando el derribo, y haciendo referencia no solo a las personas que habían ocupado parte del recinto, sino a las consecuencias de los incendios que se habían producido en su interior, entre otros incidentes.

Por su parte, responsables de la Gerencia también señalaron que en su día establecieron contactos con la empresa, y las fuentes consultadas indicaron que "por su parte no se llegó a actuar". Sin embargo, anunciaron que se reanudaron de nuevo los contactos, con el propósito de plantearle a esta sociedad "el ultimátum para que realice el derribo por su cuenta", pues de lo contrario "será la propia Gerencia Municipal de Urbanismo la que asuma los trabajos, pero con posterioridad se los cobrará a la sociedad propietaria del edificio y la parcela".

Ahora, todo parece indicar que los días están contados para este inmueble, pues su estado de deterioro se ha venido empeorando desde mediados de la pasada década, por lo que representa un riesgo para sus moradores. En la fábrica hay personas que llevan ya varios años viviendo, los cuales exigen antes de su salida una solución para su realojo.

En cuanto a la situación de esta parcela, hay que recordar que Promociones Amojo, empresa conformada, entre otros, por los hijos del exalcalde y expresidente Manuel Hermoso, se hizo con la misma tras su recalificación por el consistorio local de suelo industrial a residencial en 2006, una compraventa que se llevó a cabo por importe de 5.288.906 euros, aunque en la actualidad, según algunas fuentes, se vende por 2,8 millones más que por entonces.

Sobre la situación de esta parcela se produjeron algunas denuncias vecinales, principalmente de la cercana urbanización La Florita, al comprobar en el nuevo PGO, aún pendiente de aprobación, que mientras en el resto de edificaciones del barrio se rebajaban las alturas, y se quedaban fuera de ordenación todas aquellas viviendas a partir de determinadas plantas, en la parcela de la Celgán se permitía la construcción de dos torres de 12 plantas, sobre una superficie total de 6.003 metros cuadrados, de los que 3.079 quedaban para uso residencial.

En su día, el resto de la superficie restante, se correspondía a la parte de cesión al Ayuntamiento de Santa Cruz, para la construcción de locales de uso público y 200 plazas de aparcamiento, o uso docente, que luego se retiró.

No obstante, la realidad de este enclave ahora es muy diferente, pues el abandono progresivo del lugar también lo ha convertido en un asunto polémico para los vecinos del entorno, algo que se ha ido corrigiendo gracias al esfuerzo y organización de sus moradores.

Pepe es uno de los residentes más veteranos, y con resignación recibe las noticias de una más que una inminente demolición. "Yo soy consciente de que hago una ocupación de un lugar que no es mío, aunque practique un buen uso", y señaló: "Si nos unimos todos como una familias, también podemos llegar a un acuerdo".

El horizonte ahora pasa por los alquileres sociales, según Pepe, quien reclama para él y sus compañeros de fatigas que por lo menos les den "seis meses y una oportunidad para remontar el vuelo para no volver a la calle".

Sergio

okupa de la fábrica de celgán

Diego

Okupa de la fábrica de celgán