El último Barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) correspondiente al pasado diciembre revela que se ha duplicado la preocupación de los españoles por la corrupción y el fraude respecto del mes anterior, al tiempo que ha aumentado la de la sanidad, que marca un nuevo récord.

La encuesta, hecha pública ayer, se basa en 2.480 entrevistas domiciliarias realizadas entre el 1 y el 15 de diciembre en 237 municipios de 49 provincias y tiene un margen de error de más/menos un 2%.

En concreto, la corrupción y el fraude recibieron un 17,2% de menciones, prácticamente el doble que el pasado mes de noviembre, cuando fue citado por el 9,5% de los entrevistados, lo que le hace irrumpir en el cuarto puesto de la lista de preocupaciones ciudadanas, por detrás del desempleo, los problemas de índole económica y la clase política.

En cualquier caso, el ranquin de las preocupaciones ciudadanas sigue liderado por el paro, pese a que su porcentaje desciende levemente, pasando del 80,8% que alcanzó en noviembre al 77,1% de diciembre, mes este en el que el número de desempleados descendió en 59.094 personas.

El segundo puesto sigue siendo para los problemas económicos en general, con el 39,5% de las alusiones, y el tercero, aunque ya muy por detrás, lo sigue ocupando, con el 29,8% de las respuestas, la clase política, aunque, eso sí, suma ocho puntos más que hace un año.

Justo detrás de la corrupción y el fraude, que ocupan el cuarto lugar, se encuentra la sanidad. Aunque baja un puesto en la lista de los problemas nacionales respecto a los últimos tres meses, vuelve a marcar, con un 12,9% de los cuestionarios, un nuevo récord, al incrementarse un punto y medio respecto a noviembre.

Ello puede deberse a las numerosas manifestaciones que los profesionales de la sanidad madrileña protagonizaron durante el pasado mes de diciembre.

En el sexto puesto las cosas han cambiado respecto al mes inmediatamente anterior, puesto que entonces en ese lugar figuraban los bancos y ahora, con un 7,6%, se encuentra la educación. No obstante, la preocupación por las entidades bancarias aparece en el puesto siguiente, con un 7% de las respuestas.

Por otra parte, la preocupación por los desahucios, que irrumpió por primera vez en noviembre ocupando el puesto número ocho, pasa al noveno lugar al ser citado por el 5,6% de los encuestados, después de las primeras medidas decididas por el Gobierno para frenar este drama social.

Respecto a las cuestiones que más afectan a los entrevistados, el paro continúa a la cabeza (47,2%), seguido de los problemas económicos (35,8%), la sanidad (12,8%) y los políticos (10,1%).

El sondeo recoge también las impresiones y actitudes de los ciudadanos sobre la huelga general del 14 de noviembre. Así, un 22,2% de los trabajadores que secundaron el paro lo hizo porque no estaban de acuerdo con los recortes del Gobierno, mientras que el 22,6% de los que no lo hicieron adoptaron esa decisión porque no podían o no querían perder dinero.

Del total de encuestados, el 57,6% fue a trabajar; el 21,4%, no; el 11,6% estaba de vacaciones, libraba o estaba enfermo; el 4,9% la quiso secundar pero no pudo, y el 2,5% intentó ir a su empresa y le fue imposible.

Entre los que fueron a la huelga, el 16,7% lo hizo porque estaba de acuerdo con ella, el 14,7% porque la situación estaba muy mal y había que intentar solucionarla y el 13,9% para protestar contra el Ejecutivo. Además, el 11,1% lo hizo por solidaridad con los trabajadores, el 6% porque la empresa decidió secundarla, el 4% por miedo a los piquetes y otro 4% por no compartir la reforma laboral.

Por lo que respecta a los que no secundaron el paro, el 15,8% no estaba de acuerdo con la protesta, el 14,4% no podía dejar de ir a trabajar, el 13,2% era empresario y el 11,3% cree que no servía para nada.

El 4,7% no fue a la huelga por no estar de acuerdo con los sindicatos, el 4,5% por miedo al despido, el 3,7% porque estaba incluido en servicios mínimos y el 3% por ser una protesta política. Para el 2% no había razones para no ir a trabajar debido a que la huelga llegaba demasiado tarde.